Washed Bufarolo
El Washed Bufarolo nace de la colaboración de dos grandes empresas del mundo de los quesos, la madre de la criatura y con quien da sus primeros pasos es el Caseificio Quattro Portoni, una quesería italiana especializada en quesos de leche de búfala, ubicada en la provincia de Bérgamo de la región de Lombardía, y quien lo ha criado y hecho crecer es la Crown Finish Caves, madurándolo en los túneles de una antigua cervecería, adaptados para el almacenamiento en el siglo 19 en Brooklyn, Nueva York.
Antes de emprender su viaje transatlántico, el Bufarolo es un bloque de leche de búfalo joven, fresco y sin corteza. Pero cuando aterriza en Brooklyn, se lava con cerveza de una destilería local Transmitter Brewing, y se envejece en cuevas durante seis a ocho semanas, el tiempo justo para que la corteza desarrolle una agradable capa blanca sobre las sábanas de Brevibacterium, experimentando una transformación total y convirtiéndose así en otro queso, incluso el nombre, pasa a llamarse Washed Bufarolo.
A medida que madura, el Washed Bufarolo desarrolla una fina corteza natural color naranja con notas de levadura y yogur agrio, que añade sabor y umami a la pasta carnosa y flexible de sabor brillante y cítrico. Cuanto más joven sea el queso, más intenso será el sabor de su corteza. En general, su sabor es lechoso y a nuez, con unas notas de tierra, setas y un pequeño toque de levadura. La corteza desprende un cierto hedor, para nada desagradable, proveniente de sus lavados con cerveza.
El excelente sabor de esta variedad fue galardonado con la medalla de Oro en 2019. Para conservar sus características, esta variante solo se puede comprar directamente a los afinadores de Nueva York.
Acogedor y accesible, el Washed Bufarolo es una excelente opción para los aficionados a la leche de búfala que buscan algo más que mozzarella.
El Washed Bufarolo necesita un maridaje de bebidas que sepa igual de completo: pruebe una cerveza negra ahumada o un tinto con cuerpo como el Syrah. Es fácil de derretir, y es ideal para acompañar a las patatas asadas. Rallado en una ensalada de achicoria, resistirá bien las hojas amargas.