Véritable Mussy
Este queso lo elabora la quesería de Mussy que fue fundada en 1885 en Mussy-sur-Seine, luego adquirida por Stephanie Martin-Callewaert en 1995. Su marido Christophe y 4 empleados fabrican hoy en día artesanalmente, quesos como el Chaource AOP, el Délice de Mussy, el Mussen, el Lys de Champaña-Ardenas, el Mussy Sec, y por supuesto este Véritable Mussy.
Desde 2005, la quesería se ha trasladado a Chaource. La quesería de Mussy ofrece visitas guiadas para grupos de más de 20 personas. No hay visita guiada para particulares. El Mussy es un queso de leche entera y pasteurizada de vaca, que forma parte de la categoría de quesos de pasta blanda y corteza florida; es ligeramente fresco y dulce en boca. Puede ser aún más refinado en superficie, pero su textura permanecerá siempre fresca. El Mussy dispone de un color bastante característico, ya que se asocia durante su fabricación con el achiote (arbusto con frutos rojos). Tenga en cuenta que el sabor de este queso «aubois» será ligeramente acidulado debido a su suero. El queso madura de 10 a 15 días durante los cuales adquiere una bonita y comestible corteza florecida blanca que protege en su interior una pasta blanda y cremosa de un limpio y agradable sabor suave, mantecoso y sutilmente salado, con un toque de almendra y un ligero regusto de cítricos al acabar. El Mussy madura de forma centrípeta, es decir, (de fuera hacia dentro) desde la corteza cremosa hasta el corazón más firme y calcáreo. Su olor es el de la leche, crema y champiñones frescos; y cuando su maduración es óptima, los aromas de avellana, crema, leche y champiñones están muy presentes. El Véritable Mussy se comercializa en forma cilíndrica o de tambor de 250g de peso. Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Con el fin de apreciar mejor el Mussy, es aconsejable saborearlo en primer lugar (antes de los otros quesos) en una tabla de quesos, o como postre al final de una comida, acompañado de una rebanada de pan. El lado acidulado de Mussy hará maravillas con un Sancerre tinto, pero también con un Champagne Rosé des Riceys.