Vera
De sabor dulzón y textura gomosa, el queso de la Vera, fresco o madurado, es elaborado con leche de cabra retinta y verata. Se parece al queso de los Ibores. Se diferencian en que no se aceitan ni pimentonan exteriormente. Se elabora únicamente entre finales de invierno y principios de verano. Es un queso de masa compacta o prensada y su forma es cilíndrica con caras planas y cuyo contorno puede ser recto o convexo.
La historia de este queso transcurre paralela a la de la cabra verata, detalle que lo hace peculiar.
Elaborado con cuajo industrial de origen animal. El único tratamiento previo que se aplica a la leche es el filtrado.
La coagulación de la leche tarda entre una y dos horas dependiendo de la temperatura ambiente.
Una vez coagulada, se corta con un utensilio de madera o con la mano hasta el tamaño del arroz. Se prensa y moldea en los cinchos.
SUGERENCIAS DE DEGUSTACIÓN: Ideal para el consumo directo acompañado de pan blanco de leña y vinos blancos o bien generosos secos.
Materia grasa: 53.5%