Twaróg
Clasificado como queso fresco, este queso de leche desnatada es uno de los productos más famosos de Polonia. Este queso blanco de vaca se compara a menudo con nuestra “cuajada”, el quark alemán o la ricota italiana, pero el Twaróg es una creación única que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.
La cuajada y el twaróg comparten la misma raíz lingüística y se traducen como la misma cosa, pero hay sutiles diferencias en la forma en que se suelen vender los dos.
La cuajada, como sabrá es un queso blando naturalmente bajo en grasa y rico en proteínas. Dependiendo de la receta, a veces puede utilizarse como sustituto de productos como el yogur griego o la crema fresca.
La cuajada también llamada quark es originaria de la Europa continental y la palabra «quark» tiene su origen en la lengua alemana, mientras que twaróg es polaca. En la República Checa y Eslovaquia la palabra utilizada es tvaroh.
La cuajada es un queso de pasta ácida. Esto significa que se ha elaborado sin cuajo, que es una enzima que se encuentra en el estómago de los rumiantes. El cuajo sirve para separar la leche en cuajada (sólida) y suero (líquido). En el proceso de producción de la cuajada, ésta se remueve para evitar que se endurezca, lo que significa que tiene una textura espesa pero que sigue siendo ligeramente liquida o untable.
En el caso del Twaróg polaco, se puede añadir algo de cuajo para crear una consistencia más espesa. La adición de este cuajo ayuda a eliminar más líquido del suero, creando un producto más firme. Además de la textura, puede haber otras diferencias. La cuajada es naturalmente baja en grasa, mientras que algunos productos de twaróg pueden tener más grasa.
El Twaróg es de color blanco, de textura elástica y grumosa, y tiene un sabor ligeramente ácido. El Twaróg puede ser más o menos fuerte dependiendo de cómo se haga, y tres técnicas diferentes de descremado dan como resultado el półtłusty parcialmente desnatado, el chudy totalmente desnatado y el tłusty grasa completa.
Las distintas versiones del Twaróg se han comido en Polonia durante siglos, y es uno de los pocos productos polacos auténticos que se consumen en todo el país. Aunque puede comerse solo, debido a que es más firme, a veces se corta en rodajas y se usa en sándwiches o simplemente untado en un trozo de pan, lo más frecuente es que se añada a otros platos, incluidos algunos de los clásicos de Polonia.
Uno de los desayunos más comunes en Polonia es el twarozek -una combinación de Twaróg, especias, cebollino y verduras finamente picadas, como rábanos, cebollas o pepinos- servido con embutidos y pan. El twaróg también se utiliza habitualmente como relleno de los famosos pierogi polacos, que pueden ser salados o dulces.
Por su sabor neutro, se utiliza a menudo en los postres polacos, sobre todo como relleno de los famosos crepes naleśniki y como ingrediente del sernik, la versión polaca de la tarta de queso. Ya sea dulce o salado, el Twaróg es un alimento básico en cualquier hogar polaco y un elemento crucial en la cocina tradicional polaca.