Tommette de la Croix Lucas
La Tommette de la Croix Lucas es una creación de Hubert Tarit con un ligero toque de Hervé Mons, por lo que se trata de una producción a cuatro manos. La idea es hacer un queso suave y uniformemente cremoso con un sabor fresco a nuez. La tecnología utilizada recuerda al Reblochon, pero el sabor es diferente. Este Queso se frota y se deja en remojo en agua con sal durante 3 semanas. La cata ideal es a las 6 semanas de maduración.
El queso se produce en la propia quesería de Mons Fromager Affineur, a pocos pasos de las instalaciones de maduración. El objetivo de la quesería es que la leche completamente fresca llegue directamente a la tina de queso, sin necesidad de bombear, y simplemente para respetar la materia prima. La leche es ecológica y sin tratamiento térmico.
La leche de la quesería se recoge de productores situados en localidades cercanas. Sus vacas se alimentan con heno en invierno y pasto en verano. La maduración de los quesos se realiza en una bodega natural, con agua fresca de los manantiales cercanos
En el corazón de los Montes del Forez, en el pintoresco pueblo de Sauvain, Hubert Tarit, hijo de una familia de agricultores, fundó la Fromagerie des Hautes Chaumes. Elabora artesanalmente la Fourme de Montbrison con leche cruda, un saber hacer ancestral transmitido de generación en generación.
En 2020, compartiendo los mismos valores de respeto por la tradición, Hubert traspasó la Fromagerie des Hautes Chaumes a Hervé Mons, que fue galardonado como «Meilleur Ouvrier» (Mejor Trabajador) de Francia en 2000. Con todo su equipo continúa la elaboración de esta tradición quesera y comercializa este maravilloso queso, fino y elegante, más aromático que potente.
¡Tommette de la Croix Lucas! Queso con un nombre muy retorcido y que está riquísimo. Pequeño con corteza marrón anaranjada salpicada de manchas vellosas en superficie. Deliciosa pasta de color marfil que va de blanda a semiblanda. Huele a matorrales de bosque y a setas recién cortadas. El sabor es un delicioso equilibrio entre el dulzor de la leche y la sal, mantequilla fresca, avellanas tostadas, algo floral con un final suave a nuez.
Ideal como deliciosa sorpresa cuando hay que sacarlo todo para el desayuno del domingo. Sírvelo sobre una tostada de brioche caliente con unas gotas de miel de acacia y nueces. Es un queso perfecto para usar en una tariflette en lugar de Reblochon.
Un Chardonnay no demasiado envejecido en barrica o una buena sidra normanda serán buenos maridajes.