The Rattlesnake
La quesería Deer Creek, de Sheboygan (Wisconsin), elabora una serie de sabrosas versiones de quesos estilo Cheddar, Colby y azul. La mayoría de estos quesos de leche de vaca, hechos a mano, presentan bonitos diseños de sus etiquetas que reflejan sus nombres.
La fundadora de Deer Creek Cheese, Chris Gentine, eligió los nombres y el etiquetado de estos quesos artesanales basándose en su afinidad con un libro de cuentos para niños, The Golden Story Book of River Bend (El libro de Cuentos de Oro de River Bend), escrito por Patricia Scarry.
Llaman a estos quesos la “serie animal”. La colección comenzó en 2009 con la presentación de The Fawn (el cervatillo). La popularidad del queso y el interés por la etiqueta los animó a presentar una versión curada que llamaron The Stag (el ciervo). Ambos quesos se llevaron algunos de los premios más prestigiosos del mundo. Lo que comenzó como un capricho creció año tras año hasta convertirse en una colección de algunos de los quesos más exclusivos y premiados de Wisconsin. Otros quesos de la colección son: The Robin (el petirrojo), The Doe (la cierva), The Blue Jay (la chara azul), The Imperial Buck (el ciervo imperial), The Wild Boar (el jabalí) y el Moon Rabbit (el conejo lunar), este último un cheddar de acabado dulce bañado en Chartreuse verde. Y luego está este «The Rattlesnake» (serpiente de cascabel), dramáticamente ilustrada con una serpiente de cascabel de Wisconsin deslizándose por un cráneo. Aunque se aleja de los apacibles dibujos de las criaturas del bosque, la etiqueta es adecuada para un cheddar aderezado con tequila y chiles habaneros (unos de los más picantes del mundo), en cuya creación participó directamente la fundadora y presidente de Deer Creek, Chris Gentine. «Me gusta un poco el tequila, a veces mucho», bromea. En colaboración con su amigo, el quesero Kerry Henning, de Henning’s Wisconsin Cheese, Gentine pasó cerca de un año desarrollando The Rattlesnake. «Probamos todos los tipos de tequila y nos gustó el sabor que desprendía el Cuervo Gold, que realmente parecía funcionar con el equilibrio de otros sabores que teníamos», dice. El color de los habaneros secos también es importante; Gentine insiste en «pimientos de color rojo anaranjado, brillantes y de aspecto fresco», que se reconstituyen en el tequila y se añaden a la mesa de acabado del queso al final del proceso. «Cuando hacemos el drenaje del suero, nos acercamos y cogemos un poco en una taza roja; lo llamamos «bebiendo el veneno»». El queso resultante tiene un toque definitivo con una mezcla de sabores que está muy bien equilibrado. Ha sido el queso de Deer Creek preferido durante la pandemia, y brilla en las recetas.
El Rattlesnake es una verdadera experiencia de sabor: picante, dulce, tropical y caliente. Para elaborarlo, parten de un suave y cremoso Cheddar de media curación y lo infusionan con tequila y chiles habaneros. La calidez y la dulzura del tequila abren tu paladar a la suavidad y cremosidad de un Cheddar perfectamente envejecido. Y justo cuando te estás preguntando dónde están los Habaneros, el calor estalla para un final inolvidable. ¡Cuidado, este queso podría morderte!
Podemos servir el The Rattlesnake cortado en tacos en un aperitivo, junto patatas fritas, o como ingrediente para hamburguesas, pollo, tortillas fritas, maíz y gambas (camarones).
Este queso se puede maridar con bebidas suaves: café o zumo de piña, con algo un poco más robusto, como una cerveza mexicana o pasar directamente al tequila o un margarita.