Tentation de Saint-Félicien

Creada en 1942 por Marius Berruyer, la quesería Étoile du Vercors está ubicada en el pueblo de Saint-Just-de-Claix en Isère .
Toma su nombre de su situación geográfica a los pies del macizo montañoso del Vercors, que se extiende a ambos lados de los departamentos de Isère y Drôme. La quesería está especializada en la producción y maduración de auténticos quesos Dauphiné, elaborados con leche cruda o termizada, convencionales o ecológicos, incluidos los famosos Saint-Marcellin, Saint-Félicien y otras especialidades únicas como este Tentation de Saint-Félicien.
Desde su creación, la quesería ha evolucionado considerablemente, pasando de una decena de personas a 150 empleados. Sin embargo, los métodos de producción ancestrales siguen existiendo hoy en día y son reproducidos de forma idéntica por estos queseros: es el caso del moldeado con cucharón, del salado y el volteo a mano. Este saber hacer tradicional les permite ofrecer una gama completa de quesos con aromas ricos y diversificados, y siempre de excelente calidad.
En 1992, Jean Berruyer, hijo del fundador, desarrolló una nueva receta, aún más generosa, ofreciendo un queso Saint-Félicien con un añadido de nata, lo que le convierte en un queso doble cremosidad: Le Tentation de Saint-Félicien.
La Tentación de Saint-Félicien es un queso de leche termizada de vaca. Leche recogida en los alrededores de la quesería Étoile du Vercors, exclusivamente en los departamentos de Drôme e Isère.
Su corteza ligeramente plisada y su corazón de intensa cremosidad son característicos de un método de elaboración ancestral con un paso manual específico: el moldeado en cucharón. Los queseros transfieren la cuajada con mucha delicadeza a pequeños moldes llamados “faisselles”. La Tentation de Saint-Félicien se madura luego de 9 a 14 días en cámaras de maduración, para desarrollar toda su riqueza de aromas y su textura extremadamente cremosa y fundente (incluso puede llegar a ser casi líquido por dentro), tanto que se derrite en la boca como una mantequilla salada.
La Tentation de Saint-Félicien se caracteriza por un sabor fresco a nata y un sutil sabor a avellana, con un delicioso final.
Este pequeño queso (200 g) se presenta cada unidad en una cajita de lámina muy delgada de madera sin tapa pero con una protección de plástico perforada y transpirable que permite que el queso continúe respirando y desarrollándose incluso después del envasado y además le permite mostrar su hermosa corteza.
Este queso ya se comercializa en España, por lo que le aconsejo que si lo ve, no deje pasar la oportunidad de probarlo, seguro que lo agradecerá.
Para degustar toda la riqueza de sabores se recomienda el consumo a temperatura ambiente.
Es un postre perfecto que combina a las mil maravillas con frutas dulces o frutos rojos tropicales, acompañado con almendras y nueces, también para untar sobre una baguette o una galleta salada.
Con este tipo de quesos, con alto contenido de grasa, se aconseja un vino blanco, tipo Alsacia Riesling, o vinos espumosos donde se acentúa y equilibra maravillosamente su riqueza.