Dic 18, 2014

T’Chiot Biloute

Leche: Vaca
Tipo: Pasta blanda, corteza lavada
Denominación de Origen: No
Materia grasa: 45%
Maduración: 4 semanas
Aspereza: Suave a media
Vino: De Koninck Ambree - Cerveza Belga Ale
País de origen: Francia
Región: Altos de Francia

El T’Chiot Biloute es un queso artesano elaborado por la Ferme du Pont des Loups en Saint Aubin, en el departamento Nord (norte) en la región de Altos de Francia, anteriormente (Norte-Paso de Calais). Su inventor, Alexandre Gravez, fabrica este queso desde 1991, además de Le Rouchi à l’Échalote y otros como el Maroilles, el Boulettes d’Avesnes, o el Dauphin, la Crème de Maroilles y el Flamiche también están en la carta de los quesos de leche cruda que procesa.
La Ferme du Pont des Loups es sobre todo una historia de familia, Claudine y Michel Gravez que se establecieron en 1969, que comenzaron con una veintena de vacas lecheras y 35 hectáreas. De esta unión nacieron dos hijos David y Alexandre. En 1985, Claudine se embarca en la producción de fresas, ella quería crear una actividad anexa al negocio de la granja: por lo que produce al mismo tiempo para acompañar a su fresa con nata, mantequilla, queso cottage, además de algunos pasteles de fresa, la producción entera se vende en la misma granja. Actualmente la Ferme du Pont des Loups tiene 150 vacas lecheras y 220 hectáreas de cultivos; en la granja de Pont des Loups se cultiva principalmente trigo, maíz, colza, remolacha y algo de lino. Todos sus cultivos alimentan la manada. El T’Chiot Biloute es un pequeño (170 g.) queso artesano elaborado con leche cruda de vaca que se comercializa en dos versiones de curado; una es el queso lavado con sidra a la que luego se le da una fina capa de pan rallado y la otra es un queso que se lava con cerveza dándole un sabor a levadura (algo muy lógico estando tan cerca de Bélgica, tierra por excelencia de grandes cervezas). La corteza del queso es un bonito color naranja pálido, al igual que muchos de los otros quesos de corteza lavada del norte de Francia, como el Maroilles o el Pont l’Évêque. El queso es relativamente blando debajo de la piel y cede ligeramente al tacto. La corteza no es tan pegajosa como otros quesos de corteza lavada, supongo que gracias a las migas de pan.
La pasta es de un color marfil pálido con algunos ojos espacios, y el aroma es, al igual que los otros quesos de corteza lavada, más fuerte que el sabor. Es un queso suave y cremoso con un toque ligeramente a levadura y un ligero sabor dulce y se puede comer la pasta y la corteza conjuntamente.
A pesar de que, obviamente, puede comerse acompañado de un vino tinto suave, este es un queso perfecto para acompañarse con una buena cerveza belga, tal vez no tan fuerte como para ahogar el sabor delicado del queso. Pruebe con una rubia Ambree o una Biere de Garde.
Puede disfrutar de este queso con un buen pan crujiente. Con uvas y nueces. En bocadillos. En sopas. A la plancha sobre pan. Para elaborar salsas de queso. Su sabor combina muy bien con patatas asadas o mezclado en una fuente de horno con capas de cebolla, patata y champiñón.

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