Abr 6, 2024

Snøfrisk

Leche: Cabra, vaca
Tipo: Fresco, pasta cremosa, sin corteza
Denominación de Origen: No
Materia grasa: 25%
Maduración: 2 o 3 días
Aspereza: Suave
Vino: Stallmann-Hiestand Riesling (D.O. Rheinhessen)
País de origen: Noruega
Región: Møre og Romsdal (Vestlandet)

Noruega es un país de contrastes y esto ha moldeado en muchos sentidos su identidad y su forma de relacionarse con sus productos. Los majestuosos fiordos se convierten en imponentes montañas, los inviernos árticos dan paso a largos y luminosos días de verano. Están influenciados e inspirados por la naturaleza que les rodea; con tanto cambio, la belleza se puede encontrar en la simplicidad sin complicaciones.
Esta es una visión de la vida que Snøfrisk afirma resaltando el carácter distintivo y la calidad de primera clase de la comida fresca noruega. Elaborado con abundante leche de cabra, crema de leche de vaca y una pizca de sal para darle sabor, la simplicidad de estos ingredientes bien elegidos logra crear un queso con un sabor elevado y una paleta única, con infinitas posibilidades.
El Snøfrisk se elabora en un pueblo llamado Ørsta, en una pequeña lechería en la costa del oeste de Noruega. El pequeño equipo trabaja duro para crear el queso sin el uso de estabilizantes ni aditivos; lo único que se agrega es una pizca de sal para realzar el sabor puro. Desde el ordeño hasta el producto terminado, el proceso de creación de este queso fresco, ligeramente picante y cremoso lleva sólo dos o tres días.
Aunque el Snøfrisk nace en una pequeña quesería, quien lo comercializa es Tine, la cooperativa lechera más grande de Noruega. El Snøfrisk es blanco y cremoso, sin ninguna pigmentación amarilla. El nombre se traduce como «nieve fresca». El queso se presentó por primera vez al público con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994 celebrados en la localidad noruega de Lillehammer. Elaborado con un 80 por ciento de queso de cabra y un 20 por ciento de crema de leche de vaca, es lo suficientemente suave como para usarlo para untar.
El Snøfrisk se vende en envases de plástico triangulares, se escogió el envase triangular porque evoca visiones de montañas con cabras pastando, y la palabra ‘snø’ (nieve) evoca asociaciones tanto con las cimas de las montañas blancas como la nieve como con el color del queso. Debido a que la leche de cabra no contiene pigmentos amarillos, los productos lácteos de cabra tienen un color blanco intenso, tan blanco como la nieve.
El Snøfrisk está disponible en varios sabores, entre los que se incluyen además de la versión natural, otras con bayas de enebro, eneldo, rábano picante, ajo silvestre, cebolla morada y setas del bosque. El Snøfrisk contiene un 25 por ciento de grasa y es fresco y ácido con un sabor claro pero redondo a leche de cabra. El queso también se exporta y, desde 2012, Rusia ha sido el mayor mercado de exportación de queso.
Este delicioso queso para untar recibió la medalla de Plata en los World Cheese Awards 2010 celebrados en Birmingham (Inglaterra).
Úntelo en pan de centeno danés tostado y cúbralo con pescado ahumado, rodajas de remolacha, pepinos o rábanos. O añada cebolleta picada y eneldo fresco y prepare su propio sándwich. Junto con un poco de azúcar en polvo o azúcar de vainilla, el queso es un excelente aderezo para un pastel de zanahoria. Lo acompañes con lo que lo más te guste, una elección siempre acertada será un Stallmann-Hiestand Geierscheiss, este vino es una puerta perfecta para introducirse al universo de los vinos dulces alemanes. De tipo Spätlese, está elaborado con uvas riesling de vendimia ligeramente tardía.

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