Sapic
El Sapic es un queso de leche cruda de cabra de pasta blanda y corteza florida, producido por los hermanos Julien y Benjamín Remond, en su “Fromagerie du Pic” situada en Penne, en las gargantas de Aveyron en el departamento de Tarn, en la región de Occitana. La quesería fue creada por los padres Jef (ya desaparecido) y Claude a comienzos de los años 80.
Hoy, sus dos hijos operan la quesería con la única ambición de mantener los principios de sus padres: una dieta saludable, rica, natural y variada para las cabras y un equilibrio entre la modernidad y la tradición para continuar haciendo quesos de calidad.
Elaboran una amplia y variada gama de quesos de cabra entre los que destaca su queso estrella la Rouelle du Pic, un queso redondo con un agujero en el centro.
En la actualidad, la empresa cuenta con 23 empleados la producción ha aumentado considerablemente y ahora tiene una extensión de casi 800 m². Cada año se procesan, 850 000 de litros de leche.
El Sapic se elabora en versión natural o ceniza con carbón vegetal y como su nombre indica, tiene la forma de un pequeño abeto (sapin es abeto en francés).
El natural posee una corteza, blanca a marfil mientras que en la versión con ceniza su color es grisáceo, es delgada y plisada. Está cubierta con un ligero plumón blanco y está marcada con las estrías de las rejillas en las que los quesos se afinan.
Su pasta, muy blanca, es calcárea en su corazón y presenta una fina capa cremosa bajo su corteza.
Es un queso suave y untuoso con sabor caprino fresco y dulce, ligeramente salado, acidulado y perfectamente equilibrado, que se intensifica según la maduración. El olor es inconfundiblemente caprino.
El nombre del queso SAPIC es un acrónimo de «sapin» (árbol) y Pic (el nombre de la quesería).
Es un queso estacional, se elabora normalmente de Marzo a Noviembre (el quesero respeta el ciclo natural de cría de las cabras) cuyo periodo de degustación alcanza su punto óptimo en primavera y no está disponible en invierno.
Es importante consumir el queso a temperatura ambiente para saborear toda su fragancia de matices.
El Sapic aporta, debido a su forma original, un bonito efecto en su tabla de quesos de Navidad. Es perfecto para acompañar una ensalada. Funde bien, por lo que es adecuado para gratinados, y como no, solo, con fruta fresca y tostadas crujientes. Como se trata de un queso ligero, lo emparejaría con un vino blanco seco de su región.