Roter Teufel
Este queso lo elabora Reto Güntensperger un quesero joven y multigeneracional en el cantón de San Galo. La familia Güntensperger dirige tres queserías muy cercanas la una de la otra en la región alpina suiza de Toggenburgo, más concretamente en Bütschwil, Bodmen y Mettlen Müselbach. ¡Siempre se puede confiar en el queso de Suiza! Hay los famosos y los especiales, hay los muy conocidos y las muchas joyas ocultas. Pero lo que todos tienen en común es que básicamente nunca puedes equivocarte. Una de esas joyas ocultas es el Roter Teufel (diablo rojo) llamado así por una antigua leyenda local. Hay una cueva en las montañas de Toggenburgo cerca de la quesería de Bütschwil. Desde hace cientos de años, los habitantes del valle de Toggenburgo temían que un demonio viviera en esta cueva y nadie se atrevió a entrar en la cueva ni a acercarse a ella. Afortunadamente, no se ha encontrado ningún demonio hasta la fecha, sino algunos objetos valiosos de la Edad de Piedra, y actualmente se puede visitar a pie. Hecho con leche termizada de vaca y entre 6 a 10 meses de maduración, el «diablo» al principio parece ser un poco tímido, pero su pasta suave y mantecosa muy pronto hace piruetas en nuestro paladar en un agradable giro ácido y picante. De este queso se elaboran dos variedades, el Roter Teufel normal que madura entre 6 y 8 meses y el Roter Teufel Extra, cuya maduración se extiende desde los 8 hasta los 10 meses. Parece que a simple vista, lo único que diferencia ambas elaboraciones, es su tiempo de maduración, pero al ponérnoslo en el paladar las diferencias se hacen más evidentes, sobre todo en la profundidad y potencia de su sabor, mucho más intenso en el Extra. Con una edad de entre 8 y 10 meses, Roter Teufel Extra ha desarrollado un fuerte sabor aromático al tiempo que conserva una textura cremosa y tierna que hará las delicias de los conocedores de queso. Lo reconocerá por su corteza ligeramente más oscura y sus cristales de tirosina más abundantes. Sabor fuerte y aromático con una textura tierna y firme. El Roter Teufel se comercializa de forma redonda plana con los lados ligeramente convexos, de unos 30 cm de diámetro y un peso aprox. de 6-6,5 kg. Es importante consumir el queso a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, la forma de consumo tradicional es solo, con una rebanada de pan. También puede disfrutar de este magnífico queso en aperitivos, desayunos y tablas de quesos, y es ideal para una sabrosa fondue de queso. Lo emparejaremos con un vino blanco de Alsacia, por ejemplo con uno llamado «Sand» (Arena) por el suelo en el que crecen los viñedos. Es un Pinot Blanc de parcelas realmente pequeñas de Andre Thomas. La familia Thomas ha decidido envejecer el vino con sus lías finas sin agregar azufre en ningún momento, lo embotellaron sin refinar ni filtrar, es por eso que se le conoce como “vin naturel”.