Régal du Brasseur

Este queso lo comercializa La Maison Lorho una quesería que se encuentra en el número 3 de la calle Orfèvres de Estrasburgo, en el corazón del histórico y turístico barrio de la Catedral. Esta quesería local y acogedora abrió sus puertas en 2011. Christelle y Cyrille Lorho, gerentes de esta quesería, son la primera y única pareja declarados «Meilleur Ouvrier de France» (MOF) (Mejor Artesano quesero de Francia). En su tienda, la hospitalidad y el asesoramiento son los dos valores más importantes. Fueron galardonados con el Prix de l’Accueil en 2014 y 2015 por la CCI de Estrasburgo. La tienda también fue galardonada con el Prix Commerce Design 2021 por la CCI de Estrasburgo y Bas-Rhin. La Maison Lorho se anima regularmente para compartir la diversidad de los quesos de forma lúdica y pedagógica.
El acuerdo perfecto entre el queso y la cerveza no son nuevos. Desde la noche de los tiempos y quizás incluso antes, estos dos productos se unen bajo la experta y benévola mirada de los monjes que, en el pasado, veían en ellos un medio de subsistencia.
Si hay un queso que hace honor a su nombre, ese es el Rejal du Brasseur (Regalo del Cervecero). Una creación reciente de Maison Lorho, celebra la unión sagrada del queso y la cerveza, en este caso concreto la Licorne Black, una cerveza elaborada en Saverne, todo en una ceremonia gastronómica, tan festiva como respetuosa con el terruño.
Elaborado partiendo del Curé Nantais, un queso de leche cruda de vaca, es en las bodegas de Maison Lorho en Moyenmoutier donde el Régal du Brasseur madura pacientemente durante cinco a seis semanas.
Durante todo ese tiempo, el queso se masajea y se vuelve a masajear diariamente con cerveza, lo que le confiere una corteza ligeramente caramelizada y un corazón blando y tierno, que resulta suave y untuoso en boca. La pasta es flexible, blanda pero sin excesos. Los aromas tentadores se expresan sin exagerar y los sabores complejos cumplen todas sus promesas.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso untando sobre una rebanada de pan negro apenas tostado. También lo puede usar fundido sobre pasta o verduras, con frutas y nueces o aceitunas, en sándwiches, para enriquecer sopas y para espesar salsas, y por supuesto en una tabla de quesos. El acompañamiento perfecto, obviamente, es una cerveza negra y a poder ser una Licorne Black.