Rebleusson
Este queso lo elabora la empresa “Fermier”, que está radicada en el municipio de Suipacha, provincia de Buenos Aires, a 130 km. de la ciudad capital de Buenos Aires.
Un poco de la historia de la empresa «Fermier», nos brindará la posibilidad de conocer un poco más acerca de sus quesos.
Ellos son el resultado de una elección de vida. La que realizaron cuando decidieron cambiar la vida de ciudad por la del campo. Es así como dejaron Buenos Aires, y se radicaron en Suipacha, en la cuenca lechera Abasto Norte, que junto con Luján, Mercedes y Chivilcoy son una de las regiones más lecheras de la Argentina.
Allí pudieron desde un principio desarrollar el trabajo en su «tambo», pero quisieron incluir en su proyecto, un mundo que siempre les sedujo, el de los quesos.
Las condiciones estaban dadas, ya que por familia y educación, están vinculados con la cuna mundial de los quesos: Francia. Hacia allá fueron, a aprender y a elaborar los quesos más exquisitos.
Desde 1987, están encaminados en este proyecto, que les animó desde un principio a desarrollar quesos especiales, elaborados con leche pura de su tambo, sin conservantes ni aditivos, por eso, los llaman «fermier«, como son llamados en Francia los quesos más valorados, que son elaborados, a diferencia de los industriales, artesanalmente, en las granjas.
En Argentina, se denomina «tambo» al recinto donde se ordeñan vacas y se vende su producción láctea.
El Rebleusson es un queso artesanal de leche entera y pasteurizada de vacas propias, alimentadas con pasturas a campo abierto. Trata de imitar al famoso Reblochon francés producido en Saboya.
De ahí que buscaron un nombre parecido, para este queso.
Ellos describen este queso como: ”Es un queso que producimos en Argentina, después de haber aprendido la fabricación del Reblochon en las queserías de la Alta Saboya en Francia. Es un queso de pasta blanda, tiene una corteza delgada y lisa, de un color marrón rojizo, pasta compacta con pocos y pequeños ojos, de sabor delicado y acentuado”. Es uno de los pocos quesos de corteza lavada que se producen en Argentina.
Tiene un aroma característico, que proviene de la corteza, y es bastante intenso.
Las hormas pesan un kilo, pero también elaboran el Petit Rebleusson, que pesa 400 gramos. Su tiempo de maduración es de aproximadamente 45 días.
Este queso acumulo ocho premios a nivel local.
Según me explica mi afecto argentino, el profesor Roberto Claveria “Queda claro que el Rebleusson no es comparable con el Reblochon DOP, elaborado con leche cruda. En Argentina, lamentablemente, los quesos de leche cruda, por problemas de una legislación obsoleta, se cuentan con los dedos de una mano.
No obstante, el Rebleusson es realmente bueno y vale la pena degustarlo.
También creo que es promisorio, que la empresa “Fermier”, le haya buscado un nombre propio, en lugar de poner “tipo Reblochon”.
Las cosas van mejorando de a poco, y dejar de copiar nombres europeos, es un avance, máxime cuando ningún queso es igual a otro”.
Para degustar toda la riqueza de sabores se recomienda el consumo de todos los quesos y este en particular a temperatura ambiente, una vez atemperado disfruté de este queso con un buen pan crujiente acompañado de frutos secos (almendras, avellanas) y frutas frescas, como peras o manzanas. Un vino Malbec afrutado, sin roble, de los tantos que produce Mendoza, podría ser el indicado para maridar el Rebleusson.
Fuentes consultadas: Roberto Claveria