Queso Valle Oscuru
Este queso está elaborado por la Quesería Picurriellu que se encuentra a los pies de la Sierra del Cuera en el Valle Oscuru en un pequeño pueblo de nombre Pie de La Sierra un lugar de la parroquia de Carranzo, concejo de Llanes (Asturias). El alma detrás de este y unos cuantos quesos más es Aurelio López, quesero por tradición familiar (casi un siglo y tres generaciones elaborando quesos artesanales). Aurelio cría su propio rebaño de cabras y vacas que atiende junto a su mujer Irene Sampedro, que junto a las ovejas de un productor local, proporcionan la materia prima para la elaboración de sus magníficos quesos.
El nombre del queso se debe a su lugar de procedencia, Valle Oscuru: Se dice que el nombre de Valle Oscuru, lugar de elaboración del queso, procede de la época en que los bosques eran tan abundantes y frondosos que la luz del sol impedía llegar al suelo y las sombras lo cubrían todo.
El Valle Oscuru es un queso elaborado de forma artesanal con leche pasteurizada de cabra y fermento de yogur.
El queso luce una corteza de caras rugosas y cantos acanalados, con tonos ocres y tacto pringoso. La pasta muestra zonas marfil y otras de un amarillo más o menos intenso, además de un ribete claroscuro bien marcado y algún ojo anecdótico.
Olores ricos en matices lácteos ligeramente traviesos y punzantes de sabor goloso y redondo en boca descubriéndonos agudos picos de sabor que van desde el más láctico al más audaz fruto de su original fermentación.
El corte es limpio, firme, denso, semiduro, compacto y que deja al descubierto pequeñas cavidades.
Textura de rugosidad media y algo esponjosa, casi sin humedad, seco al tacto y ligeramente elástico, que se desmenuza en la boca.
El bocado es tierno, casi cremoso en algunas zonas, pastoso y muy adherente. Te deja el paladar barnizado. Cruje por ahí un punto arenoso aportado por la corteza. Para terminar, se prolonga el regusto largo, poderoso pero amable, profundo, dulce, salino y con un toque amargo.
El queso se comercializa en forma cilíndrica un poco aplanada de unos 500 gr.
Queso reposado y madurado un mínimo de 45 días.
Mantener refrigerado entre 4º y 8º, aunque aconsejamos atemperar el producto unos treinta minutos antes de su consumo fuera del frigorífico para poder disfrutar de todo su sabor.
Ideal para consumir en cualquier circunstancia: sólo, como entrada o como culminación a una buena comida o cena desenfadada. Lo acompañaremos de un vino tinto de la milenaria viticultura asturiana, elaborados con variedades autóctonas.