Pont Blanc
Queso artesanal comercializado por Suzanne Dufresne y Daniel Gosselin, de la Fromagerie Au Gré des Champs, en Saint-Jean-sur-Richelieu, Montérégie, Quebec.
Deseando profundamente preservar la naturaleza de su explotación agrícola y salvaguardar el patrimonio familiar, Suzanne y Daniel construyen, en 2000, una quesería para valorizar su leche. La pequeña granja Au Gré des Champs tiene 65 hectáreas de tierra y 30 vacas de raza Parda Suiza. Esta raza rústica produce una leche grasa y rica en proteínas, excelente para la transformación quesera.
En la granja, apuestan mucho por la prevención para mantener a sus vacas sanas. La certificación biológica que han obtenido garantiza un uso limitado de antibióticos y hormonas.
En verano, el rebaño pasta al aire libre una abundante mezcla de plantas especialmente seleccionadas para tipificar la leche. En invierno, las vacas se alimentan principalmente de este forraje en forma de heno seco y de granos producidos en la granja.
Sus campos también están certificados como biológicos (por Ecocert Canadá). Por lo tanto, no utilizan pesticidas ni fertilizantes químicos ni OMG. Practican una agricultura sostenible y trabajan constantemente para mejorar sus prácticas agrícolas y de cultivo.
El Pont Blanc está inspirado en el francés Saint-Marcellin. Es un queso de leche cruda y orgánica de vaca, “fermier” (es decir, de granja) de fabricación artesanal, y moldeado con cucharón. El moldeado al cucharón «moulé à la louche«, significa que se llenan los moldes cuidadosamente a mano, el cucharón lo hace posible, gracias a un gesto delicado y controlado por la mano del hombre, para no romper la cuajada en trozos pequeños, lo que favorece un drenaje lento y un mejor desarrollo del sabor.
Su pasta es ligeramente compacta y calcárea en el corazón del queso, no así en los bordes cercanos a la corteza que es fina y sedosa, con el tiempo rezuma lentamente produciendo lo que se conoce como proteólisis, y su delgada corteza de color marfil, ocasionalmente puede mostrar puntos azules salpicados en la superficie. Como está hecho de leche cruda, su sabor varía de una estación a otra. Pero siempre nos seduce con sus delicados aromas a mantequilla y un toque ligeramente ácido.
Este queso se comercializa en forma de pequeño disco de unos 200 g.
El Pont Blanc es una de esas rarezas no solo del Canadá si no en toda América del Norte, se encuentra entre los primeros quesos que se producen legalmente con leche cruda envejecidos durante menos de 60 días en Canadá.
El nombre Pont-Blanc (Puente Blanco) se refiere al Puente Gouin, que une Iberville y Saint-Jean-sur-Richelieu. Antiguamente fabricado en madera, las autoridades aplicaban cal para conservarlo mejor, lo que lo blanqueaba. Los lugareños lo llamaron el «puente blanco» debido a su color blanco dado por la cal aplicada en su estructura.
El Pont Blanc se puede degustar solo, como queso de mesa. Está delicioso en un buen pan o en un sándwich gourmet. Se funde fácilmente y añade sabor a las salsas. Pero donde realmente desarrolla a toda su personalidad, es en una tabla cuando comienza a derretirse. El Pont Blanc armoniza muy bien con vinos blancos como un Gewürztraminer de su mismo país.