Petit Robert Chèvre
El Petit Robert Chèvre es un queso artesano hecho con leche cruda de cabra, de pasta blanda y corteza natural, elaborado por Dominique Bouchait, «Meilleur Ouvrier de France» (MOF) (Mejor Obrero de Francia), cuya quesería Les Fromagers du Mont Royal tiene su sede en Montréjeau, en el departamento de Alto Garona, en la región de Occitania. El refina unos 200 tipos distintos de quesos, que luego pondrá a la venta en sus camionetas de venta ambulante que recorren los pueblos de la región.
Les Fromagers du Mont Royal es una empresa familiar que opera desde el 1 de mayo de 1976. Nieto de Marie-Antoinette, hijo de Robert e Yvonne, Dominique se hizo cargo oficialmente del negocio en febrero de 1988 a la edad de 22 años.
El tiempo pasa, la leche fluye, los quesos abundan, los aficionados son cada vez más numerosos.
Dominique se volvió aún más loco, participó en el concurso de los Mejores Obreros de Francia. Fue en 2011 cuando logró el primer intento en esta competencia, lo que impulsó aún más todo su negocio.
Actualmente todavía sigue realizando ventas ambulantes con sus 15 camionetas en muchos pueblos de la montaña y del valle. Así, no abandona a todas las personas mayores que están lejos de las zonas mejor atendidas.
Además de estos mercados, este «Meilleur Ouvrier de France» ha creado una red comercial.
Dominique distribuye sus quesos pirenaicos y los de sus colegas a 24 países. De Europa a Australia, pasando por Japón y Hong Kong.
El nombre de este queso es un homenaje a su padre Robert Bouchait, Dominique creó el Petit Robert porque quería que fuera un queso «jovial, goloso y sin pretensiones».
Tiene la forma de una pirámide truncada con base cuadrada y pesa unos 150 gramos.
Su corteza, fina y de color marfil, está ligeramente vermiculada. Se cubre con un plumón de moho blanco fino y uniforme.
Su pasta lisa, suave e inmaculadamente blanca es densa y fundente al mismo tiempo.
En nariz, el Petit Robert Chèvre tiene un aroma a leche fresca y a hierba fresca.
En el paladar, es un queso dulce, fundente y ligeramente ácido, con un buen sabor a leche de cabra y notas afrutadas.
Es un queso estacional, (el quesero respeta el ciclo natural de cría de las cabras), el periodo de degustación optima, va desde Marzo a Octubre.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Ideal derretido sobre pan tostado o para incorporar caliente sobre ensaladas y verduras, o solo acompañado con frutas rojas. En sopas y salsas aporta un sabor nuevo e interesante. Como uno de los primeros quesos a servir en una tabla sin temor a equivocarnos. Lo acompañaremos con vinos tintos finos y potentes que combinan a la perfección poniendo una nota de elegancia y equilibrio en nuestro paladar.
