La región de Auvernia, en Francia está llena de montañas verdes de hasta 2 mil metros de altura y el área más grande en Europa de volcanes no activos. Es el rico suelo compuesto de minerales que contribuyen a los sabores únicos de quesos procedentes de la región de Auvernia. El Persillé Pont de Astier es un característico ejemplo de quesos de esta región.
Este queso lo elabora la Laiterie Antoine Garmy, situada en la aldea de Pont Astier, perteneciente al municipio de Orléat, en Auvernia. El Persillé Pont de Astier es un queso de leche de vacas que pastan libremente en los prados exuberantes del Parque Naural Livradois-Forez. El queso se deja madurar en cuevas naturales, similares a las del clásico Roquefort. A pesar de la diferencia ya que este, es un queso de leche de vaca, la textura, también es muy parecida a la del Roquefort, es cremosa y ligeramente desmenuzable.
El sabor del Persillé de Pont Astier es una evocación de las especias y piedras calizas de la zona. Es espeso, cremoso y se desmorona con facilidad, su sabor típicamente picante y a tierra es una reminiscencia de otros quesos azules de Auvernia, como el Fourme d’Ambert y el Bleu d’Auvergne. No obstante, el Persillé Pont Astier se destaca de sus coterráneos por su pasta de un intrigante color amarillo pálido, y por su sabor más picante, es salado, complejo, y con un regusto ácido.
El queso se comercializa en forma cilíndrica de 19 cm. diámetro y 8 cm. de alto, pesa alrededor de 2,2 kilogramos.
Sugiero probarlo sobre una tostada de pan integral con una capa de miel oscura. La miel de castaño puede ser demasiado gris y amarga, para emparejarla con este queso.