Paulus Beer
La cerveza y el queso se elaboraban tradicionalmente en monasterios de toda Europa. ¿Es de extrañar que los dos estén tan bien juntos? El queso Paulus Beer de Holanda va un paso más allá al combinar el intenso sabor de un fino queso Gouda maduro con lúpulos aromáticos y cerveza.
La historia de Paulus Beer Cheese se remonta a la ciudad de Utrecht en el siglo XVI, donde la abadía de Paulus – El segundo monasterio más antiguo de Holanda – tenía su propio obrador. Utilizando el agua de los canales de la ciudad, los monjes benedictinos elaboraban su propia cerveza y todos en Utrecht, ricos y pobres, la bebían.
En 1580, sin embargo, la abadía se disolvió y durante siglos la cerveza se perdió y dejo de fabricarse. Eso fue hasta hace unos pocos años, cuando finalmente se redescubrió la receta original.
Al revivir este antiguo método de elaboración de la cerveza y combinarlo con la artesanía tradicional de la producción de queso, Paulus Beer aporta una nueva dimensión apasionada en dos aspectos típicos y muy queridos de la cultura holandesa.
Un queso con sabor a cerveza, es realmente algo para saborear. Este queso se elabora con una receta auténtica de Gouda, utilizando solo la mejor leche de vaca. Luego agregan a esa leche una exclusiva cerveza oscura, hecha según al método tradicional usado en la Abadía de Paulus, y maduran el queso durante aproximadamente ocho semanas hasta que el sabor sé considere el adecuado para satisfacer los paladares exigentes.
El Paulus Beer se elabora con leche pasteurizada de vaca y se sumerge en cera para prolongar su período de conservación. El interior del Paulus Beer es de color amarillo, con muchos pequeños puntos de color blanco nacarado que indican la presencia de cristales de caseína dispersos por toda la pasta. La pasta presenta una textura increíblemente cremosa y densa.
Posee un flagrante maravilloso y dulce aroma de caramelo de mantequilla típico de los Goudas curados, pero el Paulus Beer es más sutil y dulce con un increíble aroma a lúpulo que recuerda a las cervezas que lo bañan.
El queso se comercializa en forma de rueda, con un diámetro de 19 cm, un espesor de 6,5cm y un peso 2 kg.
Puede servirse con pan y encurtidos o en un bufé de quesos. También puede cortarse en lonchas para bocadillos calientes, hamburguesas o patatas asadas. Podemos rallar los quesos más viejos para hacer sopa de queso o platos gratinados. Por supuesto acompáñelo con un delicioso vaso de cerveza.