Pastura con Trufa
Este queso se elabora en la Quesería Finca Pascualete, que se encuentra en Trujillo, provincia de Cáceres.
Finca Pascualete es una empresa de carácter familiar cuyos orígenes se remontan a los primeros años del siglo XIII. En 1232 la familia adquirió una finca en el corazón de la dehesa extremeña donde durante siglos fueron asentándose varias generaciones de ganaderos. Las mujeres de los pastores comenzaron a elaborar queso con la leche sobrante de sus ovejas para completar la escasa dieta de sus familias. Hoy, los tiempos han cambiado pero los sabores son los mismos. Con las lógicas actualizaciones en tecnología y salubridad, la forma de hacer los quesos, recuperan el trabajo, el arte y el amor a la tierra y sus frutos de aquellas mujeres de antaño. La quesería situada en la dehesa extremeña, esta coronada por una antigua casona de origen romano, la finca se encuentra franqueada por los ríos Tamuja y Magasca y poblada de bosques de encinas, alcornoques y multitud de especies herbáceas, como la jara, el enebro, el tomillo, la tierna hoja de zarza o el romero, que proporcionan al ganado ovino una alimentación natural y confieren a su leche un amplio espectro aromático a hierbas silvestres y sabores de campo, y que por supuesto también repercute en el sabor del queso. El Pastura es un queso de pasta blanda que se hace con leche pasteurizada de ovejas. Su elaboración está inspirada en la tradicional receta de la Toscana italiana, que llegó a tierras extremeñas de la mano de los pastores trashumantes. Le han añadido la exquisita trufa negra, también italiana, que hace que el Pastura sea un queso más delicioso si cabe. Su blanca y tierna corteza enmohecida guarda una delicada pasta, cremosa pero compacta, salpicada de pedacitos de trufa. Sus sabores son diferenciados y armónicos, consiguiendo un queso de sabor redondo y único. En boca contrasta los sabores dulces de la masa, el aroma a tierra de la corteza y el delicado sabor de la trufa. Este queso se comercializa en formato redondo y en dos tamaños uno más pequeño de 180 gr de peso, con unas dimensiones de 7 cm. de ancho por 5 cm. de alto y el de mayor tamaño, que pesa 400 gr cuyas dimensiones son de 10 cm. de ancho por 6 cm. de alto. Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada el Pastura con Trufa, nos presenta una combinación de sabores tan sorprendente como equilibrada que casa perfectamente con casi cualquier acompañamiento; untado en pequeñas tostadas, como aperitivo o después de la cena, por encima de su ensalada favorita, también es excelente en cocina, en un plato de pasta. Lo acompañaremos de un vino tinto joven con crianza de proximidad. Este queso yo lo adquirí en Vila Viniteca de la Illa Diagonal de Barcelona.