Pardou Montagne Chèvre

Sophie Pardou (de la Fromagerie Pardou) es una afinadora con sede en Laruns, Francia, en el valle de Ossau, al pie del Pic du Midi d’Ossau muy cerca de la frontera española. ¿Qué es un afinador, puedes preguntarte? Un afinador simplemente es una persona que envejece el queso. Algunos queseros también son afinadores (tanto hacen como envejecen su queso), sin embargo, algunos llevan su queso a gente como Sophie para envejecer.
Sophie heredó el negocio familiar Pardou de su padre, Christian Pardou. Christian dejó su carrera en la hostelería a principios de los noventa para comprar un túnel ferroviario abandonado al final de la calle de su hotel. Convirtió este túnel en una cueva de queso donde la familia ahora envejece a la perfección quesos hechos de un puñado de pastores locales franceses y vascos.
En Francia se venden numerosos túneles, a menudo ferroviarios.
Christian Pardou fue un comprador pionero. En los años 80 compró el túnel de Monplaisir y desde entonces la familia madura allí sus quesos. Este túnel está situado en una antigua línea de la “Compagnie des Chemins de fer du Midi”, que data de 1882. El antiguo túnel se ha convertido en una sala de maduración con capacidad para 17.000 quesos. En otra parte, las bodegas enterradas en la trinchera que accede al túnel tienen capacidad para 40.000 quesos… Quesos de montaña, puros de oveja, de cabra, de vaca-oveja…
Este queso de leche cruda de cabra, de pasta semidura, prensada, sin cocer, corteza natural y de aproximadamente 2,5 kg se fabrica en la montaña siguiendo el método tradicional bearnés.
Su carácter, la finura de su gusto, su duración en boca y su pasta blanca, flexible y untuosa seducirán a numerosos amantes de los quesos, como lo hizo conmigo.
El Pardou Montagne Chèvre es un queso estacional, su fabricación se lleva a cabo del mes de febrero al mes de septiembre. Este queso se deja madurar durante un mínimo de tres meses en estantes de madera, en las bodegas subterráneas situadas dentro del túnel de montaña en el corazón del valle de Ossau.
Su textura es tan suave que se derrite en la boca, ofreciéndonos un aroma delicado y un sabor ácido y ligeramente picante, perfecto para quienes aprecian el delicado sabor del queso de leche de cabra.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, puede disfrutar de este queso con un buen pan crujiente, acompañado con frutas y nueces, en una tabla de quesos, rallado sobre verduras asadas. En bocadillos en las sopas, calentado a la plancha sobre pan y para ligar salsas. Combina perfectamente con un vino tinto afrutado.