Pálpusztai sajt
Los quesos son importantes en la cocina húngara y podemos encontrar una amplia gama de especialidades de queso, por ejemplo, en los mercados de Budapest. Es muy recomendable probar los mejores y más variados productos de queso húngaros, así podrás acercarte a los gustos húngaros. La mejor manera de hacerlo es en una visita a los mercados.
Hay muchos productos lácteos en los estantes, se produce una variedad de quesos en Hungría, pero la mayoría son quesos importados. La producción en serie de quesos húngaros no está a la vanguardia ni en términos de originalidad ni de calidad. Ejemplos de ello cabe encontrarlos en la selección de pequeños empresarios o queseros “caseros”.
Como dije, hay pocos quesos húngaros reales, y menos aún que puedan ganar una gran reputación entre los amantes del queso internacional. El justamente famoso Pálpusztai, se considera uno de los que sí pueden destacar fuera de las fronteras del país. El queso húngaro más característico probablemente es el Pálpusztai, que es un queso blando, fuerte y de un penetrante olor, elaborado con leche pasteurizada de vaca. Fue desarrollado por Pál Heller de Derby és Vajtermelő Cheese Co. en la década de 1890. Heller nombró al queso con su nombre (Pál), no por ningún lugar real.
El queso lo fabrica la Tebike Kft. La empresa fue fundada en 2000 y opera como un negocio familiar en Győr-Ménfőcsanak. Si bien la empresa solo tiene una trayectoria de 20 años, su apuesta por la industria láctea está en su tercera generación. El perfil principal es la compra, elaboración y comercialización de leche de cabra y oveja, también comercializan queso de cabra orgánico.
Este queso suave, especiado, salado y característico que madura con una flora labial es uno de los quesos húngaros más tradicionales.
Tiene más de un siglo de tradición, y sus características de calidad están estrictamente reguladas por el Código Alimentario Húngaro.
No contiene colorantes ni conservantes, pero si contiene flora viva, por lo que ayuda al trabajo de la flora intestinal y la digestión.
El Pálpusztai se elabora, como el famoso queso Limburger, que contiene la bacteria Brevibacterium linens que le da al queso su olor acre, el mismo que se encuentra en la piel humana y que es parcialmente responsable de los malos olores corporales.
Un pequeño dato interesante: debido a su efecto sobre la salud, el queso Pálpusztai formaba parte del suministro regular que se daba a los soldados en la década de 1950.
Los pequeños quesos de 50 gramos llegan al mercado después de un tiempo de maduración de 2-3 semanas. Su superficie es amarillenta, ligeramente viscosa. Su pasta es cremosa, casi líquida y se disuelve suavemente en la boca. Es distintivamente picante y su sabor se asemeja al amoníaco. Es el único queso en Hungría con estas características.
Su forma suele ser una barra o un cubo.
Debe sacarse del frigorífico unas horas antes de su consumo, o deje que alcance la temperatura ambiente en un lugar cubierto (por ejemplo, en una campana para queso).
Es muy salado, y precisamente por eso, va especialmente bien cuando se come con fruta dulce. Por ejemplo, con un poco de melón. Recomiendo un vino semidulce blanco especiado de Cserszegi.