Paillot de Chevre

Este queso lo elabora la Fromagerie Alexis de Portneuf ubicada en el municipio de Portneuf. Todo comenzó aquí, en una tierra rica y fértil, bajo un cielo claro; donde el aire es puro y el agua cristalina. Las aguas del río Sainte-Anne siguen su camino. Las Montañas Laurentinas definen el horizonte y abrazan las tierras.
Fue aquí donde en 1842, el joven Alexis Cayer y su esposa Jane Skinner se establecieron en lo que se convertiría en el pueblo de Saint-Raymond de Portneuf, Quebec. El carácter único de la región se ha imbuido en ellos y es parte de su alma.
Los pastos allí eran verdes, la leche deliciosa. Con los años, los Cayer se han convertido en maestros queseros. Con orgullo, han transmitido su saber hacer de generación en generación. La región se ha convertido en una de las grandes zonas productoras de quesos finos de Canadá.
Es en este mismo pueblo donde todavía hoy elaboran sus quesos. Porque aman su trabajo y porque, simplemente, es su vida. Conservan el carácter artesanal de sus quesos finos. Varios han sido galardonados con los premios más prestigiosos de todo el mundo. Su corazón, su alma, su pasión, siguen arraigados en esta tierra.
Fieles a la tradición, prestan especial atención a todas las etapas de la producción. Para ellos, ninguna máquina puede reemplazar la intuición, la experiencia y la sensibilidad humanas a la hora de examinar, oler, tocar y probar un queso para determinar que está en su punto.
Para ellos, ninguna receta iguala el alma de un artesano apasionado.
El Paillot de Chevre es un queso blando de leche pasteurizada de cabra madurado en superficie, con una corteza florecida por efecto del Penicillium camberti, de elaboración tradicional elaborado a partir de coagulación láctica.
Con un estilo que se asemeja a los quesos de cabra franceses del Valle del Loira, que comúnmente se conocen con el nombre de Chevre Bûche (tronco de cabra).
Se trata de un queso con forma de tronco tradicional con largos trozos de paja de apoyo y protección que recorren longitudinalmente la corteza del exterior, que es delgada, esponjosa, de color blanco. Los sabores son lechosos, herbáceos y pueden desarrollar un agradable toque picante en el paladar a medida que envejece. La pasta en el centro es algo más firme y calcárea, pero a medida que el queso madura de fuera hacia adentro, la pasta puede volverse sedosa y untuosa cerca de la corteza.
Suavemente aromático, el sabor, ligeramente ácido, láctico y caprino con sutiles toques de avellana, se vuelve más pronunciado con la edad.
Disponible en formatos de 125g, 300g, 1kg.
En el pasado, la paja se usaba como herramienta de transporte. Se insertaba una varilla en el centro del queso de cabra para transportarlo sin dañarlo.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso cortado en rodajas finas, sobre pan crujiente y ligeramente gratinado. Es ideal en ensaladas, con nueces, alcaparras o finas hierbas y vinagreta. Combina bien con un Sauvignon Blanc fresco, un Riesling, un Verdicchio, un tinto afrutado ligero o un rosado.