Nevero
Hay un lugar en Asturias en el que los Picos de Europa abren sus puertas para recibir y transformar una materia prima única: la leche de cabras, ovejas y vacas, que allí se convierte en el gran tesoro gastronómico de la región: los quesos.
Con el máximo respeto al mundo artesano y a ese extraordinario entorno, nace en el corazón de Benia de Onís, la Quesería La Huertona, un proyecto de María Virgós y su marido Gabino de Lorenzo. De los mejores pastos, las mejores razas y el buen hacer, trasmitido de generación en generación, sumados a la tecnología e innovación de su quesería, se elaboran los quesos asturianos de montaña: el sabor inconfundible de los Picos de Europa.
El Nevero es un queso elaborado con leche pasteurizada de vaca, este queso azul de intensidad media presenta una pasta autoprensada y una corteza natural húmeda. Disponible en formato de 3 kg. Siguiendo recetas tradicionales de los Picos de Europa, se baña y se inyecta con sidra en Sidra de Hielo de Sidra Viuda Angelon al inicio de su maduración en cuevas que dura unos cuarenta y cinco días. Este proceso equilibra la salinidad y añade matices únicos. La sidra de hielo es una bebida que se elabora a partir del prensado de una variada mezcla de manzanas ácidas –dulces, donde se obtiene el mosto. Tras un proceso de concentración por congelación de los mostos, extraemos la esencia de la manzana, tras la cual, la llevamos a fermentar para obtener la Sidra de Hielo. El resultado fermentado produce una deliciosa sidra de postre con una acidez brillante que se combina elegantemente con el queso.
La zona oriental de Asturias donde se encuentra la quesería, es una de las que mantiene mayor concentración de quesos. Uno de los privilegios que les concede esta parte asturiana es la maduración de sus quesos en cuevas lo que les da un carácter muy especial.
El Nevero es un queso de textura cremosa, intesto y sabroso con un final largo, ligeramente dulce y también un toque picante.
Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso untando sobre una rebanada de pan crujiente o desmenuzado en ensaladas, funde muy bien en sopas y salsas. En la cocina la textura densa y rica y la elegante complejidad de este queso se desplegarían sobre un chuletón con tomillo y pimienta.
El compañero ideal para este queso sin duda es la sidra con la que se ha lavado o en su defecto una sidra helada artesana.
Fuentes consultadas: Quesería La Huertona