Neu del Cadí
Neu del Cadí es un queso desarrollado con motivo del centenario de la Cooperativa Cadí que es quien lo elabora. La Cooperativa Cadí, fundada en 1915 y ubicada en la Seu d’Urgell, fue la primera cooperativa lechera que se creó en España y ha tenido, desde entonces, un papel fundamental en el arraigo y la vertebración de la población en el Pirineo.
La Cooperativa se nutre de la leche producida por sus socios ganaderos en las comarcas del Alt Urgell y la Cerdanya. Uno de los rasgos diferenciales que garantiza la frescura y calidad de nuestros productos es la recogida diaria de la leche, siendo sometida desde su origen a los más estrictos controles sanitarios. El saber hacer tradicional y el uso de la más avanzada tecnología han hecho que la mantequilla Cadí sea una de las pocas de Europa con la distinción «Denominación de Origen Protegida» y que el Urgèlia sea el único queso en Cataluña con este importante reconocimiento. Neu del Cadí se elabora con leche pasteurizada de vaca procedente exclusivamente de ganaderías del Pirineo (Alt Urgell-Cerdanya). Su aspecto recuerda los colores grises de la sierra del Cadí, que protagoniza el paisaje de los valles del Alt Urgell y la Cerdanya, comarcas donde se recoge diariamente la leche que se transforma en este queso. La sierra del Cadí buena parte del año nos enseña sus contrafuertes rocosos entre las canales nevadas, como el Neu del Cadí, que combina los tonos grises con el crecimiento blanco de los mohos. Queso de pasta blanda y corteza natural enmohecida de color gris, totalmente comestible, y la responsable de la especificidad de la maduración de este queso. Permanece siempre viva, y si se favorece su actividad con humedad y temperatura se transforma aún más la pasta que ya de por si es brillante y de textura cremosa, de color blanco con tonalidades amarillas. Un queso con personalidad de sabor láctico al principio y que desarrolla aromas más complejos a lo largo de su vida, que recuerdan a la trufa, algunas setas y los pastos húmedos presentes en esta zona del Pirineo. Para disfrutar mejor de este queso lo ideal es comerlo solo simplemente emparejado con una barra de pan. Funde bien y resulta excelente en lonchas sobre un bocadillo con lomo. Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Combina bien con vinos tintos jóvenes del Penedés.