Monastère Notre Dame de Donezan
En noviembre de 2007 un centenar de monjes de la Abadía Gaussan en Aude, en busca de silencio y soledad se trasladaron a Carcanières en el departamento de Ariège y fundaron la Abadía de Nuestra Señora de Donezan.
Después de adquirir la tierra, los monjes comenzaron la construcción de edificios provisionales como una casa, una granja y talleres (albañilería, carpintería, mecánica, etc.). Una manada de veinte vacas les acompaña y les permite hacer el queso que venden en los pueblos cercanos. Gracias a las donaciones de benefactores, los monjes quieren construir el monasterio de Nuestra Señora de Donezan. Si la financiación lo permite, el monasterio podría surgir de aquí a 2012.
Carcanières es una población y comuna francesa, en la región de Mediodía-Pirineos, departamento de Ariège, en el distrito de Foix y cantón de Quérigut.
Es una región montañosa de clima riguroso y aislado, pero con exuberantes pastos donde el aire y el agua son puros, eso se refleja en la vitalidad de las vacas, las flores y hierbas son frescas y sanas y eso mejora la calidad de la leche y por consiguiente, la de los quesos.
Los monjes elaboran el queso con leche cruda de vaca de la raza tarentaise, es un queso de coagulación mixta, es decir comienza siendo láctica, pero se la añade cuajo, la pasta es prensada, no cocida, los quesos maduran un mínimo de 45 días durante los cuales se lava periódicamente con salmuera y desarrolla una atractiva corteza de color rosado cubierta con polvo de moho blanco, de aroma terroso.
Su pasta es de un llamativo color crema, con una textura suave y elástica a la que le cuesta ceder cuando se la presiona con los dedos. Tienen un sabor poco pronunciado, algo láctico debido a la calidad de la leche. Sin olor especial.
Tiene la forma de un disco plano de 16 cm de diámetro y 3 cm de espesor, que pesa alrededor de 700 kg.
El aspecto del Monastère Notre Dame de Donezan, promete más de lo que luego ofrece, es un queso muy neutro, adecuado para todos los paladares, menos para los que buscamos emociones más fuertes, entre los que me incluyo.
Es ideal para aperitivos, bocadillos y gratinados y para tortillas de queso.