Miročki sir
El Monte Miroč se encuentra en el este de Serbia, en el área entre los pueblos de Tekije y Donji Milanovac, que está adornado con la belleza de la naturaleza virgen. Y aunque (para ser una montaña) no tiene una altura especialmente significativa, se encuentra a 768 metros sobre el nivel del mar, esta montaña es interesante en muchos sentidos. Entre ellos, es porque allí se produce tradicionalmente un queso blanco seco hecho con leche de vaca llamado Miročki sir.
El queso está profundamente arraigado en la cultura de la zona de Miroč. Los campesinos siempre lo han hecho para sí mismos. Los pastores lo llevaban consigo como comida mientras cuidaban el rebaño, y las amas de casa también lo ponían en cubas para que madurara, después de lo cual el queso Miročki podía reposar durante mucho tiempo. El queso preparado de esta manera no es adecuado para el procesamiento térmico, pero se corona y se derrite muy bien y es perfecto para hacer varias tartas y “gibanica” (la gibanica es un tarta salada serbia hecha habitualmente con queso fresco y masa filo). El queso fresco Miročki se trataba como un manjar ocasional y a la gente le gustaba comerlo reunida alrededor del fuego, asando el queso en palitos, sobre una llama abierta.
El queso Miročki, un queso de vaca cuajado y un producto de primera calidad, se elabora con la leche de vacas (a menudo con una pequeña adicción de leche de ovejas o cabras) que pastan en los prados vírgenes de la montaña Miročka.
Las amas de casa de los pueblos de la montaña de Miroč solían preparar todo tipo de quesos, pero entre ellos destacaba este queso para fundir y asar. El queso Miročki se puede comer fresco, por supuesto, cuando el término «chirriante» encaja mejor, pero solo se puede sentir toda la plenitud del sabor cuando se prepara a la parrilla.
El queso Miročki pertenece a los quesos frescos y tiene una nota dulce, porque las bacterias de la leche no descomponen los azúcares. Se elabora de forma muy similar al procedimiento de elaboración del queso blanco fresco, con el importantísimo añadido de una cocción corta en su propio suero. Este «detalle» se añadió originalmente para que el queso se pudiera esterilizar de forma sencilla y se pudiera almacenar más tiempo. El resultado es un queso que ha perdido mucha agua y ganado firmeza. Después de salar y dejar en salmuera durante dos días, el queso está listo para usar.
El queso Miročki se preparaba básicamente con la leche que las mujeres tenían en el hogar en ese momento. Así que se añadía leche de oveja o de cabra a la preparación si las amas de casa tenían leche de estos animales en la casa. Si criaban vacas, entonces el queso se preparaba exclusivamente con esa leche. Aunque la receta se conoce desde la antigüedad, y es idéntica independientemente de si se elabora con una u otra leche, el sabor del queso Miročki difería en matices precisamente del tipo y la proporción de leche de oveja o cabra que se añadía a la leche de vaca, o cuando estaba hecho de leche pura de vaca. Hoy en día, para el consumo masivo, solo se puede encontrar a la venta queso Miročki elaborado con leche pura de vaca.
El queso Miročki tiene un sabor salado y una consistencia elástica (pero no gomosa). Asar a la parrilla libera un aroma agradable que se mezcla con el humo, dando un sabor específico que no posee ningún otro queso tradicional en Serbia.
Este queso es especial porque, a pesar de su exterior crujiente, su interior permanece suave pero no se derrite cuando se pone a la parrilla, por lo que no es de extrañar que muchos de los mejores chefs lo recomienden con gusto. La mayoría incluso los pone frente al Halloumi chipriota, con el que es muy similar, argumentando que el queso Miročki es un poco más fácil de preparar y más sabroso.
Por su sabor graso e intenso, debe maridarse con tomates cherry, higos, granada, miel y vinos blancos ligeramente dulces y muy ácidos.
El mayor inconveniente para mantener y promover la elaboración de este queso son: un método de producción que consume mucho tiempo y la incapacidad de obtener precios de mercado altos en un área de dificultad económica, complica que el queso Miročki compita con los quesos blancos más baratos en el mercado. Es por eso que la red que Slow Food ha puesto este queso en el Arca del Gusto, con el objetivo de preservarlo.