Mini Scoparolo
El Scoparolo es un queso histórico producido por la Antica Cascina (quesería en la provincia de Forlì-Cesena en la región de Emilia-Romaña, en Italia). La Antica Cascina tiene profundas raíces que nacen de la pasión por el queso, iniciado desde principios de los años 60, y transmitido de padres a hijos en la familia Gazzoni.
La historia, donde se refleja el espíritu de gran capacidad y aprendizaje, es la de un padre, que ha dedicado con profesionalidad toda su vida al trabajo y a la familia, y de un hijo, que hacía los deberes de la escuela en el escritorio de la oficina y acompañaba al padre ayudándolo en su trabajo. Ha sido fácil aprender los trucos del oficio, y luego con los años junto al padre continuar la evolución de la empresa, haciéndola crecer con mucha capacidad profesional y competencia. La pasión por los quesos de oveja nace un poco como de «prueba» en los años 90, pero la intuición, la dedicación y la capacidad de los distintos colaboradores han llevado a la compañía a convertirse en una de las realidades más importantes en el sector quesero italiano. El recorrido realizado ha sido «inverso» en comparación con la de las granjas lecheras tradicionales, en cuanto ha sido de las primeras en especializarse en el envejecimiento tradicional de quesos, y luego a perfeccionar la técnica, adquiriendo, a principios del año 2000, Villa Corte, donde la centenaria bodega de 1000 m² le permite refinar los quesos con diferentes procesos en un excelente microclima. Por último, para cerrar el ciclo productivo, en 2006, fue diseñada y construida la nueva planta de producción de quesos en el interior, para satisfacer las necesidades del mercado y ofrecer a los clientes productos más selectos. El Mini Scoparolo es un pequeño queso de oveja semicurado y madurado en las antiguas bodegas de la quesería. Cuidadosamente elaborado al detalle, este producto ofrece calidad y sabor, es ideal para paladares exigentes. Tratado en superficie con aceite de linaza, el queso está hecho de leche pasteurizada de oveja, fermentos lácticos, cuajo y sal. La corteza madura color ocre no es comestible. La pasta color blanco pajizo, compacta y ligeramente yesosa. El aroma es intenso y fragrante, sabor fuerte y agradablemente persistente. Cada forma se adjunta una pequeña y elegante etiqueta, plegable y numerada. El Scoparolo toma el nombre de una antigua tradición local. Años atrás, en las casas campesinas los quesos eran almacenados en lugares frescos como los armarios o trasteros, puesto que las bodegas ya estaban llenas de barriles de vino y sacos de grano… En estos lugares se tenían sobre todo las herramientas de trabajo y las escobas de sorgo. Los quesos se colocaban en las estanterías de madera para favorecer la maduración y cepillado, girados y aceitados con mucho cuidado. Al estar colocado en «medio» de las escobas (scope), cuando el granjero le pedía al chico que le fuese a buscar el queso, decía: «¡Tráeme el Scoparolo!” (el queso que está entre las escobas). El Scoparolo es el precioso fruto de una elaboración artesanal con ingredientes auténticos y una madurez óptima que nos garantiza a los consumidores un queso hecho hoy pero con el sabor de ayer. Es perfecto para comer acompañado de almendras garrapiñadas o higos frescos, mermelada de peras y miel de castaño. Es un queso muy versátil para todo tipo de cocina, rallado y gratinado sobre pasta, para enriquecer sopas, guisos y preparaciones. Proponemos un vino tinto de buena estructura. Recuerde que en este caso no debe comer la corteza, porque el sabor de esta es más intenso y sus características son más pronunciadas, con lo que nos taparía e autentico sabor del queso.