Manuka Ash Brie
Los emigrantes europeos que llegaron a Nueva Zelanda a principios del siglo XIX llevaron consigo su ganado y conocimiento de producción de quesos. Gracias al transporte refrigerado, el Cheddar se convirtió en un importante producto de exportación en la década de 1840, el queso y la mantequilla se sumaban a la exportación a Inglaterra. Cuando productores holandeses migraron a Nueva Zelanda en la década de 1980, con sus recetas tradicionales se recuperó la producción artesana a pequeña escala. Con el conocimiento de la amplia oferta de quesos en todo el mundo, productores apasionados y prácticos comenzaron a elaborar alternativas, creando quesos artesanos neozelandeses únicos, como este Manuka Ash Brie.
Este queso lo elaboran Rick y Carol Thorpe que crearon Waimata Cheese en 1995, ahora veintitrés años después es el mayor productor independiente del país y elabora más de 300 toneladas de queso tierno y azul al año. Su Manuka Ash Brie de leche pasteurizada de vaca se produce al estilo francés tradicional, donde el queso madura desde el exterior y se encuentra entre los mejores de su estilo en el país. Este queso cremoso que lleva una rica capa marrón de ceniza de Manuka, esta es una palabra Maorí que hace referencia a un arbusto o pequeño árbol nativo de Nueva Zelanda y el sureste de Australia, con madera elástica fuerte y hojas aromáticas, con las cenizas del cual se cubre este queso. La hoja de Manuka imparte un sabor picante, que insinúa sus propiedades antibacterianas, pero es un matrimonio perfecto con el interior cremoso. Manuka proviene de los matorrales circundantes de la costa este y la ceniza de las hojas es machacada a mano con un polvo moteado extrafino. La ceniza es única ya que tiene la apariencia de fibras finas que le dan a este queso una corteza de textura genuinamente aterciopelada. Cada queso está recubierto individualmente y envuelto a mano. La textura mantecosa de su pasta interior se equilibra con el carácter del moho blanco que envuelve al pequeño queso, por la propagación natural del Penicillium candidum y que posteriormente se cubre con la ceniza de Manuka más un toque especiado de sal de la salmuera en la que se sumerge el queso. El proceso de maduración natural permite que emerja el rico sabor completo y que se desarrolle completamente la textura de fusión cremosa. Tiene un carácter cremoso un poco de nuez con un toque de setas y notas a frutos secos. Rebozados a mano con la ceniza, el crujiente de la corteza añade una dimensión extra a su sabor con un delicado sabor a sotobosque. El Manuka Ash Brie recibió una medalla de oro en el Cheese Awards 2000, en la categoría de nuevos quesos. Este queso resulta excelente en una tabla de quesos, para lucir y mostrar su llamativa apariencia, aunque el queso merece servirse solo, como acompañamiento con unas galletitas de aperitivo o con una barra de pan fresco y crujiente, dulce de membrillo, peras, uvas, avellanas o nueces. El vino blanco dulce y espumoso es lo que te hace sentir en perfecta armonía con este queso.