Lo Puntal
Este queso lo elabora Pili Garí en su quesería familiar Mas del Tano ubicada en Fraga (Huesca).
Son una familia de cinco miembros que desde 2008 tienen su propio rebaño de cabras. En un principio ordeñaban y vendían la leche a una quesería. Hasta que en el 2015 pudieron cumplir su sueño de crear su propia quesería artesanal en la que trabajan en familia.
Las funciones de cada miembro de la familia Garí, están perfectamente repartidas. Pili es la quesera. Virginia la madre, es la que los cuida y les prepara una buena comida. José el padre, es el creador del sueño y el que se dedica a buscar sitios para vender. Carlos el hermano de Pili, ordeña y cuida que el rebaño esté sano y bien alimentado. Y ya por último, Hugo el hijo de Pili que llegó en 2008 como las cabritas. Él es quien juega con los cabritos y prueba todos los quesos. Como niño que es, quiere ser el catador de los quesos, y les puedo asegurar que a muchos que ya dejamos de ser niños hace tiempo, también nos gustaría estar a cargo de esa labor.
Los quesos se elaboran de forma totalmente artesanal. La leche una vez ordeñada va directamente a la cuba. Acto seguido, Pili, que ya está en la quesería, empieza a cuajar. A las dos horas ya está preparada la cuajada. Se corta y se deja reposar. Después, a la cuajada ya desuerada se le añade sal manualmente (una a una) y se pone en el molde.
De este procedimiento, todo artesano, salen sus quesos. El tierno, curado, azul y este semi. Todos están hechos con leche cruda y sin aditivos ni fermentos añadidos.
El Puntal es el último queso elaborado por la quesería Mas del Tano, es un queso artesano como todos los que elaboran, puesto que gran parte de su elaboración se realiza a mano. Se trata de un queso de leche cruda de cabra de su propia manada.
Presenta una rústica corteza natural comestible enmohecida, de color heterogéneo, predominando los tonos verdes, fruto de la flora de afinado. Al corte la pasta es de color blanco mate, que puede llegar a ser algo más oscura en los más curados, con algunos ojos en su interior, pequeños y en escasa cantidad, prácticamente friable o laminar.
Olor láctico, afrutado. Recuerdo a oliva joven y a seta de bosque, tierra húmeda. Textura mantecosa, algo untuosa y fina en boca. El queso se disuelve bien en boca. En el sabor destaca el equilibrio entre la acidez y las notas dulces de nata. Recuerdos a aceituna madura sobre un fondo caprino. Alta persistencia en boca.
Su nombre se debe a una sierra que se ve desde la ventana de la queseria. Y como les gusta mucho, unir territorio con familia…. el otro motivo según cuentan “es porque en todas las familias hay un «puntal», en este caso nuestro padre (¡eso sí! seguido muy de cerca por nuestra madre)”.
La evolución de las esporas que tienen en el ambiente del Bajo Cinca, dan carácter y personalidad a este Puntal. Sin duda, es el reflejo más genuino que tienen de sus paisajes.
Se presenta en forma tubular con el corte ovalado.
Este queso gano la Medalla de bronce en su categoría en los World Cheese Award 2018 celebrados en Bergen (Noruega).
Es importante consumir el queso a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, la mejor forma de apreciar el sabor característico es solo, con una rebanada de pan crujiente o acompañado con frutos secos ligeramente tostados y poco salados. También puede disfrutar de este magnífico queso en aperitivos, desayunos y tablas de quesos. Combina bien con vinos tintos de Somontano y también con blancos secos.