L’Épive d’épicéa

Este queso lo elabora la Fromagerie Michelin en Saint-Point-Lac una población francesa en el departamento de Doubs, de la región de Borgoña-Franco Condado.
En Saint-Point Lac, no muy lejos del lago, en la corta subida a la iglesia, la pequeña quesería de Michelin tiene mucho encanto. El quesero transforma los tres quesos locales con Denominación de Origen protegida: Comté, Morbier y Mont d’Or.
La gama de quesos se completa con otras especialidades, a veces de temporada, elaboradas por el quesero. El “Saint Point”, un queso de pasta blanda, es reconocido desde hace tiempo. El “Tomme Flora” se vende desde la primavera hasta el final del año. El “Floranis” se elabora con anís verde de Andalucía, el queso se hace en colaboración con la destilería Guy de Pontarlier. El “Estive” que se elabora únicamente con leche del mes de mayo o Le Petit Cerneau aux Noix el primo hermano del Saint Point, con la simple diferencia de que contiene pequeños trozos de nueces.
A todos estos quesos ahora podemos añadir este “L’Épive d’épicéa” que junto a la nata y la mantequilla, nos ofrece una gama en la que hay mucho donde elegir. Puede comprarlo todo en la tienda de la quesería. Michelin ha abierto otra bonita tienda en el pueblo de la otra orilla del lago, Malbuisson, en la antigua quesería (detrás del Hôtel du Lac).
L’Épive d’épicéa es un queso de pasta blanda y corteza lavada elaborado con leche cruda de vaca (raza Montbéliarde). Su corteza es ligeramente húmeda y rugosa, de color beige a rosado, cubierta de una fina espuma blanca y está rodeada de un cinturón de madera de abeto. La pasta es homogénea, blanca y brillante, con una textura ligeramente líquida.
Es sencillo, es como un Mont d’Or, pero sin caja, Fabrice Michelin lo ofrece de abril a octubre cuando el Mont d’Or no está disponible…
Envejecido durante al menos 21 días sobre tablas de abeto en Saint-Point-Lac, se lava regularmente con una mezcla cuidadosamente medida de agua y sal. Adquiere así una corteza esponjosa y ligeramente rosada que contiene una pasta extremadamente cremosa. Sus olores a establo y sotobosque dejan paso en boca a notas campestres de leche templada y sabores amaderados, muy animales cuando la maduración está avanzada. Naturalmente, el queso es más aromático cerca del cinturón de abeto, que imparte sus taninos al queso.
L’Épive tiene un marcado aroma a madera y su olor es intenso aunque en general es mucho más delicado en el paladar de lo que su fuerte olor nos pronostica donde revela un sabor fresco y cremoso con una agradable cremosidad.
L’Épive d’épicéa se saborea frío o caliente, cuando esta muy maduro su pasta se vuelve muy untuosa y se puede comer con una cuchara, tipo «torta». Disfrútalo también en fondue, ¡es fabuloso! También se utiliza en una tradicional tartiflette, donde el queso se corta alrededor de sus lados y se coloca en la parte superior de las patatas en rodajas y las cebollas y tocino salteado. Acompañado por un delicioso vaso de vino tinto ligeramente amaderado que concuerda con la correa de madera de abeto.