Ledyard
Este queso lo elabora la quesera Verónica Pedraza, en Meadowood Farms, una granja encaramada en una colina en Cazenovia un pueblo en el condado de Madison en el estado estadounidense de Nueva York.
Meadowood Farms es una idílica granja de 91 hectáreas, justo en el centro del estado de Nueva York, establecida originalmente en 1910. Después de ser abandonada en 1980, la finca fue comprada recientemente y restaurada por Marc Schappell y Tom Anderson. Verónica Pedraza, ex manager en Saxlby Cheesemongers, y actualmente quesera en Meadowood Farms crea una variedad de quesos que utilizan la leche de su rebaño de ovejas Friesian Oriental. El Ledyard es un queso artesano de leche pasteurizada de oveja blando madurado al estilo de los famosos quesos italianos Robiola, que son todos pequeños, blandos y con períodos de maduración relativamente cortos, a diferencia del Ledyard que solo se elabora con leche de oveja, todos los robiolas se hacen de la mezcla de leches. El Ledyard se envuelve en hojas de parra maceradas en «Deep Purple», una cerveza de trigo hecha en el mismo Condado de Madison por Empire Brewing e infundida con uvas Concord. Es un toque brillante, que te deja con la ilusión de comer y beber en un solo bocado. Este pequeño queso (225 g) tiene un centro donde la pasta se mantiene algo más compacta, densa y eventualmente yesosa, y un borde junto a la corteza muy cremoso incluso puede llegar a fluir, esa diferencia de texturas entre el corazón y la parte cercana a la corteza del queso es motivada a que madura gradualmente desde el exterior hacia el interior. Los sabores nos sorprenden puesto que son más fuertes de lo que cabría esperar de un queso fresco, con notas de levadura y de corral junto con un sutil toque vegetal que termina con un poco de amargor por la hoja de parra. El aroma es fuerte y nos recuerda la humedad del musgo y el sotobosque. Es un queso de temporada, suele estar disponible de mediados de junio hasta febrero. El Ledyard es un queso que posee una seductora elegancia inusual en un queso de oveja. Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Perfecto para untar sobre una rebanada de pan crujiente, o en sopas y salsas aporta un sabor nuevo e interesante. Lo acompañaremos de un vaso de vino blanco con cuerpo del área viticultural de Long Island.