Le Templier

En la región francesa de Lot, famosa por sus pequeños quesos de cabra, encontramos la Gaec Le Val du Mazet, una pequeña quesería familiar que se sale de los parámetros de la zona. Una quesería que dirigen Jean-Louis, su hijo Julien Lacam y Caroline Gilbert, en Terrou.
Padre e hijo desarrollaron la finca, que ahora tiene 80 vacas lecheras y 12 vacas nodrizas (limusinas). La llegada de la compañera de Julien, Caroline, a la granja les permitió lanzar este nuevo queso en 2019 y así mejorar la optimización de la leche producida en el lugar.
La quesería también produce Cabécous de leche de vaca.
El Templier es un original queso de leche cruda y entera de vaca. Orgullosos de ser occitanos la quesería Val du Mazet, produce estos quesos moldeados con la forma del escudo de la cruz occitana. Esta cruz, ligeramente dibujada en relieve por la ceniza vegetal en la cara superior del queso, es la que le otorga su nombre.
El Templier presenta una corteza comestible de color gris, suave y fina que está cubierta de ceniza con delicados mohos blancos que protege en su interior una pasta blanca de textura cremosa, densa y esponjosa, fundente al paladar.
En boca el sabor es suave y equilibrado con notas ligeramente ácidas y algo salado que contrastan con el gusto amargo y terroso que aporta el carbón. A medida que el queso envejezca su sabor será más intenso y complejo, perdiendo las notas cítricas para dar paso a matices animales y recuerdos a frutos secos (avellanas).
Su peso es de 180 gr aproximadamente.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Ideal derretido sobre una buena baguette crujiente o para incorporar caliente sobre ensaladas y verduras, o solo acompañado de fruta fresca. En sopas y salsas aporta un sabor nuevo e interesante. Su forma original no dejará indiferente a nadie cuando lo ponga en una tabla de quesos.
Escoja un vino tinto ligero, que combina bien con el Templier, un Syrah, o un Cariñena.