Le Crémeux des Alpes

Este queso lo elabora la Fromagerie Moléson situada en Orsonnens una comuna suiza del cantón de Friburgo. La quesería está situada en las estribaciones de los Prealpes de Friburgo, cerca del famoso Moléson, cumbre que alcanza los 2002 metros de altitud, y que da nombre a la quesería.
Empresa familiar que cumplió 50 años en 2015, Moléson tiene actualmente a unos ochenta empleados y produce principalmente Gruyère DOP y Vacherin Fribourgeois DOP, además de otras muchas especialidades. En 2006, Michel y Jean Grossrieder tomaron el relevo de su tío y su padre al frente de la quesería.
El éxito de la empresa propició su expansión gradual. Hoy desempeña un importante papel económico en la región. Más de 70 productores de leche trabajan con la quesería. En un solo año se procesan más de 7,5 millones de kg de leche, en su mayoría de vaca, pero también de cabra y oveja. La quesería también apuesta por productos especializados y con una fuerte identidad, como los yogures de leche de oveja, los tommes rellenos o la fondue moléson.
El Crémeux des Alpes, con 5 meses de maduración, es una creación de la Quesería Moléson. Este queso se elabora con leche de montaña producida en el cantón de Friburgo. Las granjas donde se recolecta la leche están situadas alrededor del famoso Monte Moléson. Para elaborar el Crémeux des Alpes, el quesero debe enriquecer primero la leche con nata. El proceso de fabricación es muy complicado, ya que cuando la leche se enriquece con nata, la cuajada es más propensa a estropearse. El Crémeux des Alpes es un queso lleno de carácter, con una magnífica longitud en el paladar, un queso particularmente delicioso y cremoso. Su hermosa corteza oscura, sus marcas en la rueda y su forma original, que permite también cortarlo en porciones generosas.
Como siempre, aconsejo atemperar este queso sacándolo del frío un tiempo antes de consumirlo, para poder gozar de toda su gama de aromas y sabores. El Crémeux des Alpes es un queso ideal para una ensalada de queso o simplemente con un buen trozo de pan. Para una tabla de quesos, acompáñela con pepinillos picantes, galletas saladas y pistachos tostados. Se recomiendan vinos blancos tipo Chablis, ligeramente dulces con un apunte picante y mineral y equilibrada acidez.