Lake Breeze
Blakesville Creamery, que comenzó a producir quesos en Port Washington, a orillas del lago Michigan en el sureste de Wisconsin, en el verano del 2020, es una quesería de granja, lo que significa que sus quesos se elaboran a mano en la misma granja donde se crían y ordeñan sus animales, las cabras. Menos de una década antes, la granja que se convertiría en Blakesville albergaba vacas, y los primeros seis años de trabajo de la propietaria Lynde Uihlein se dedicaron a convertir la granja en una que pudiera albergar cabras prioritariamente de la raza Saanen. Una vez que se construyó el rebaño y se estableció la quesería, Blakesville comenzó a elaborar quesos de la mano de su maestra quesera Verónica Pedraza, quesos madurados naturalmente.
En Blakesville Creamery dice que están comprometidos con prácticas sostenible que mantienen las operaciones agrícolas sincronizadas con “los objetivos ambientales y sociales más amplios de las propiedades circundantes”, incluidas las propiedades agrícolas e históricas. Su máxima prioridad es criar cabras de forma humana para producir la mejor leche posible, lo que a su vez se refleja en la alta calidad de sus quesos. Blakesville, una pequeña empresa propiedad de una mujer, es un excelente ejemplo de producción lechera practicable de una fundadora que tiene un compromiso prolongado y sincero con el uso consciente de la tierra y las consideraciones ambientales.
El Lake Breeze (brisa del lago) es un delicioso queso de leche pasteurizada de cabra de maduración suave y de cuajada láctica. Para quienes no estén familiarizados con este estilo, los quesos de coagulación láctica se basan esencialmente en el ácido láctico y las bacterias ya presentes en la leche para hacer el trabajo pesado de coagular el líquido en cuajadas sólidas, a diferencia de otros estilos de queso que utilizan cuajo. El resultado es una cuajada más delicada y una mayor variación estacional. Para elaborar este tipo de queso se necesita muy buena leche y mucha habilidad, y Blakesville tiene ambas cosas en abundancia.
El Lake Breeze tiene una textura densa y aterciopelada y una agradable corteza rugosa y florecida de Geotrichum. Tiene un sabor cítrico, ligeramente salino y mineral, con notas de nueces y champiñones con reminiscencias de su origen caprino y, un toque terroso a base de hierbas que recuerda a los quesos del Valle del Loira, como por ejemplo: el Crottin de Chavignol, o el Pouligny-Saint-Pierre, aunque sin el carácter tan fuerte de estos.
El Lake Breeze se comercializa en forma de pequeño disco de 150g.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Es perfecto para acompañar una ensalada. En tablas de quesos pondrá una nota de originalidad por el sabor que deja en el paladar. Servido caliente sobre ensaladas, verduras y patatas asadas, y como no, solo, con fruta fresca y tostadas crujientes. Como se trata de un queso ligero, lo emparejaría con un vino más bien ligero y dulce e incluso seco si es un blanco.