Laïous
Desde 1950, la quesería Matocq fabrica, refina y comercializa sus productos en la más pura tradición. Todo comenzó cuando Jean Matocq construyó los primeros hâloirs (cámaras o cavas de maduración) en su antigua granja bearnesa para afinar los quesos fermiers (quesos de granja) y venderlos en los mercados de los alrededores. Más tarde, se creará una pequeña lechería o se desarrollarán todas las especialidades.
Actualmente, la quesería Matocq ofrece una gama completa de quesos de los Pirineos fabricados en el alto Béarn y en el corazón del País Vasco. La maduración, continúa haciéndose en las bodegas de la quesería Matocq en Asson una comuna francesa, situada dentro del departamento de los Pirineos Atlánticos, a los pies del Col du Soulor y respetando las tradiciones ancestrales. ¡Las tres razas de ovejas locales: Basco-Bearnesa, Manech de cabeza negra y Manech de cabeza rojiza, son las guardianas de sus tradiciones! ¡La leche de estas ovejas, permite ofrecer una generosa y variada gama de quesos lácteos y de granja, capaz de deleitar a los paladares más exigentes! La quesería Matocq, muy arraigada en su terruño, ofrece un queso con un sabor excepcional; el Laïous, se trata de un queso de leche pasteurizada de oveja prensado no cocido. Se presenta en forma cilíndrica o de pequeño tambor (600 g) de lados convexos y corteza natural dura no comestible, de color ocre a marrón. Su pasta, cruda y lisa de color marfil es firme y untuosa, que requiere un proceso de envejecimiento de al menos 3 meses. Debido a que los sabores de la leche no se alteran ni se pierden en una cocción, se obtiene un queso con la dulzura de los pastos, junto con notas de hierbas, flores y granja. Posee un interior suave y de textura flexible que se vuelve cremoso en la boca. Es un queso de oveja suave, pero nada aburrido. El queso se come a temperatura ambiente. Déjalo al menos una hora fuera del frigorífico antes de degustarlo. Servido solo con manzanas, peras o uvas, en ensaladas y sándwiches o rallado sobre patatas asadas. Es perfecto para disfrutarlo con una confitura de cerezas negras o también puede sustituir al Tête de Moine en una «girolle» (cortador especial para hacer virutas de queso en forma de flor). Acompáñelo con un vino de Irouléguy tinto.