La Montagnette d’Aydius
Este queso de montaña lleva el nombre de su lugar de procedencia, el pueblo más pequeño del Valle de Aspe, Aydius, cerca de las montañas del Beárn en los Pirineos, que se sitúan en la frontera con España. Un terreno agreste y rocoso para que los animales pasten libremente disfrutando de la pureza y rica flora local, desde la primavera hasta el otoño, las cabras disfrutar de las montañas y se alimentan exclusivamente de pastos. En invierno se alimentan de forraje seco, heno y alfalfa. Este queso lo elaboran sólo tres queserías, una de ellas es la Ferme de Lanset.
La Ferme de Lanset, se encuentra en el corazón de los Pirineos Atlánticos, donde Thomas Vandaele perpetúa la tradición quesera de Bearn.
Este pequeño rincón del paraíso tiene una vista impresionante de la cumbre homónima situada a 2.100 metros sobre el nivel del mar y del pueblo de Aydius. Frente a las montañas, esta granja es una pequeña maravilla en términos de panorama.
Especializada en la elaboración de quesos de cabra de leche cruda de excepcional calidad, la Ferme de Lanset ofrece una rica y variada gama que deleita los paladares más exigentes. Desde el Tomme d’Aydius un queso de leche de cabra hasta este Montagnette d’Aydius madurado en Jurançon, pasando por el Crabotin y el Gruyère de cabra Enrique IV, cada queso encarna el terruño y el saber hacer único del Valle de Aspe.
Desde sus inicios en la granja familiar en 2006, este productor comprometido con la agricultura sostenible ha desarrollado un rebaño de 200 cabras, 70 cabritos y 10 machos cabríos de raza alpina, criadas con el mayor respeto por el bienestar animal y su entorno. Libre para pasear por las montañas de abril a diciembre, el ganado de la Ferme de Lanset se alimenta de hierba fresca y nutritiva, dando una leche de una pureza incomparable que confiere a los quesos de Thomas un carácter excepcional.
El enfoque de Thomas hacia la creación de queso está imbuido de un profundo respeto por la tradición. Cada paso, desde la coagulación hasta la maduración y el escurrido, se realiza manualmente y directamente en la granja, lo que permite que sus quesos típicos bearneses desarrollen aromas únicos y una textura incomparable.
Desde 2021, la Ferme de Lanset no sólo produce sus propios quesos, sino que también ha invertido en madurar para otros productores locales, demostrando así su compromiso de apoyar y promover el patrimonio quesero de los Pirineos.
Impulsada por la pasión de Thomas y el apoyo inquebrantable de su familia, la Ferme de Lanset continúa escribiendo su historia, haciendo de cada queso una experiencia de sabor inolvidable para quienes tienen el privilegio de descubrirlos.
La Montagnette d’Aydius es un queso «fermier» (de granja) elaborado con leche cruda de cabra, pasta prensada sin cocer y corteza lavada.
La Montagnette se presenta en forma de una «tomme» de 15 cm de diámetro y 6 cm de altura. Durante su maduración se frota con un paño, utilizando una mezcla de agua, sal y vino blanco de Jurançon.
Su corteza fina es de color marrón-anaranjado y presenta un ligero plumón blanco de moho no uniforme.
Su pasta, de color marfil, es a la vez densa y fundente en su corazón. Presenta algunas pequeñas aperturas.
En nariz, La Montagnette ofrece un aroma caprino y láctico.
En boca, es un queso dulce, con sabores caprinos, ligeramente salado y untuoso.
Excelente para bocadillos, o para comer sobre pan en el horno con miel. Resulta un acompañamiento perfecto para sopas de queso, servido a un lado o incluso dentro de la sopa. ¡La Montagnette es ideal para una hacer buena raclette! El maridaje ideal para este queso es el mismo vino con el que se lava, un Jurançon, o en su defecto un vino blanco seco.
Fuentes consultadas y foto: Le Guide Du Fromage