La Croseta
Este queso lo elabora la Ferme des Gariottes en Saint-Martin-Labouval, una población francesa. La granja está situada en el corazón del Parque Natural Regional de Causses de Quercy con vistas al valle del Lot.
El Parque Natural Regional de Causses de Quercy, con sus 175.717 hectáreas, es una tierra de ovejas y cabras, pero también es el paraíso de la piedra seca. Acantilados, cuevas, simas, valles y mesetas calcáreas componen este magnífico territorio. En este espacio protegido, las hierbas secas entrecortadas de muretes de piedra, las casitas de albañilería y las adorables caselles y gariottes, pequeñas cabañas de piedras secas, poseen un encanto inigualable. La Ferme des Gariottes (que toma su nombre de esas pequeñas cabañas), produce quesos de cabra y de oveja. Son agricultores y ganaderos y transforman la totalidad de la producción en la granja. Ofrecen una gran variedad de quesos puros de cabra, de oveja y mezclas de ambas. Excepto en los días lluviosos, los animales pastan en libertad en los páramos, bosques y prados de alrededor de la granja. Heno y cereales son producidos en la propia granja, a través de la agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente; y se utiliza para la alimentación de sus rebaños cuando el tiempo no permite el pasto libre. Este interesante queso artesanal de leche cruda de cabra y coagulación láctica posee una corteza muy delgada, apenas florecida, que se cubre progresivamente con un manto aterciopelado blanco. Tiene un pronunciado olor a leche de cabra. Encierra en su interior una pasta de color blanco, brillante y cremosa, que sabe a caramelo de leche. A medida que envejece se vuelve ligeramente azulado y tanto su textura como su sabor evolucionan convirtiéndole en un queso con más carácter, pero sin llegar a ser abrumador. Su particular forma de cruz, representa el emblema de la zona de producción de este queso, Occitania. Su nombre «La Croseta» significa pequeña cruz en occitano. Como ya he dicho este queso se comercializa en forma de cruz y dentro de una cajita de madera que lo protege de posibles golpes para evitar que pierda su forma, que es uno de sus evidentes atractivos de este queso. Su peso es de 100 gr. Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Es un queso para disfrutarlo solo, pero que en sus inicios acompaña perfectamente las ensaladas de endivias y platos diversos. La Croseta, es un queso de cabra con un sabor relativamente pronunciado que se puede disfrutar con una copa de vino tinto, preferiblemente un vino de carácter de la región de Burdeos, por ejemplo, un Saint-Émilion.
Foto: Poivré Seb