Kingcott Blue
Este queso lo elabora Frank Reynolds de 25 años, el hijo mayor de Steve y Karen Reynolds, propietarios de Kingcott Dairy en su granja familiar Iden Manor Farm, ubicada en Staplehurst, una pequeña población en el corazón del condado de Kent, Reino Unido.
¡Un equipo familiar! Steve, con sus hijos Frank y Archie, cuidan del rebaño aquí. Llevan más de 30 años ordeñando y desde hace 13 años utilizando la leche para hacer sus propios quesos.
Se trata de una explotación lechera pequeña para los estándares actuales, pero eso les permite conocer la personalidad y el carácter de cada una de sus 100 vacas.
Ponen su salud, bienestar y comodidad al frente de sus prácticas ganaderas y prefieren que den leche de calidad en lugar de cantidad.
Las vacas felices y sanas serán siempre su prioridad.
Cada parte de la elaboración de sus quesos se realiza a mano en la granja. Los dos quesos que comercializan han ganado numerosos premios y se pueden encontrar en tiendas y restaurantes de todo el sureste de Inglaterra.
El Kentish Blue fue su primer queso y tiene un sabor completo con una textura húmeda pero firme.
El Kingcott Blue llegó en 2019 y es un queso azul cremoso y semiblando con sabores suaves.
Tanto el Kingcott Blue como su queso original Kentish Blue se elaboran en la granja de Kingcott utilizando leche cruda directamente de las vacas, habiendo recorrido solo diez metros hasta la sala de elaboración del queso.
Cuando la familia buscaba agregar un nuevo queso a la gama, Frank se dio cuenta de que sus compañeros preferían un queso azul más suave y cremoso. Se puso a fabricar el nuevo queso y el resultado fue el Kingcott Blue.
El Kingcott Blue se describe como un queso azul suave en el centro, ligeramente veteado, con sabores uniformemente azules.
El queso ha recibido el reconocimiento de la industria con 2 estrellas en los Great Taste Awards 2021 y un premio Gold en los prestigiosos International Cheese & Dairy Awards.
El prestigioso editor Peter Morrell, comenta: «Recientemente he probado el Kingcott Blue, y realmente es algo especial. Sólo el aroma ya te indica que está hecho con leche cruda, lo que le da mucho carácter. Comer el queso a temperatura ambiente permite liberar todo su sabor. No es un azul mordaz ni salado, sino que tiene un sabor mucho más suave. Tiene la suavidad justa para untarlo en una tostada, me encantaría probarlo en una galleta salada con una copa de oporto. El final deja un regusto largo y satisfactorio. El Kingcott Blue es un producto que no puede faltar en ninguna tabla de quesos».
Esta parte de Kent tiene un suelo perfecto para el cultivo de la vid y un clima fantástico, ideal para producir deliciosos vinos espumosos como el Balfour Brut Rosé, con el que maridaremos este queso.