Killeen
Elaborado por la quesera holandesa Marion Roeleveld, en su quesería Killeen Farmhouse Cheese en Killeen Milhouse en las afueras de Portumna.
Cuando visitó Irlanda hace varios años, Marion Roeleveld se enamoró del lugar (y de un granjero de cabras en particular llamado Haske). Haske criaba unas 40 cabras en el pequeño pueblo de Killeen y suministraba la leche a la lechería local. En 2004, Marion se trasladó a Irlanda desde Holanda.
Holandesa de nacimiento, Marion creció en una granja lechera y había estudiado cómo hacer queso en la escuela de agricultura. Usando estas habilidades, desarrolló un queso en un estilo que ella conocía bien: Gouda. Así nació el Killeen, un Gouda de leche de cabra. La leche de cabra se usa con más frecuencia para hacer quesos más pequeños y frescos, ya que es una leche muy delicada. Hacer Gouda con leche de cabra, por lo tanto, es bastante inusual.
Desde entonces, el rebaño ha aumentado a 200 cabras Saanen de color blanco intenso (una raza suiza tradicional que, al ser blanca, no soporta bien la luz del sol, ideal para Irlanda). Estas cabras se alimentan con pasto y ensilado cultivado en la misma propiedad de 20 hectáreas.
La quesería esta especializada en la elaboración de quesos de leche de cabra. Aparte del queso de leche de cabra, también producen un queso de leche de vaca elaborado con leche de un ganadero cercano.
El queso que más producen es este Killeen, un queso semiduro, elaborado con leche pasteurizada. Hacen este queso con de leche de cabra, y también de leche de vaca. El queso se vende a los dos meses de edad. El queso de cabra está disponible en versión natural o con fenogreco. El queso de leche de vaca está disponible en versión normal, con semillas de comino, albahaca y ajo, y con hierbas italianas y aceitunas.
Roeleveld, lava la cuajada para reducir la acidez y crear una textura flexible y notas dulces en el queso final. La corteza de color naranja está recubierta de plástico transpirable y el queso se envejece durante unos dos o tres meses, pero a menudo más.
Debajo de la corteza hay una pasta blanca brillante y flexible, que tiene notas dulces y lácteas cuando es joven, y que se vuelve afrutada y con sabor a nuez cuando madura, con tentadoras notas de caramelo.
El queso se comercializa en forma redonda con un diámetro de 30 cm, una altura de 10 cm y su peso es de 5 kg.
El Killeen, ha conseguido varios premios de prestigio, entre ellos: Campeón Supremo en los Irish Cheese Awards 2019. Medalla de oro en los World Cheese Awards del 2019.
Es importante consumir el queso a temperatura ambiente, si quiere saborear toda su fragancia de matices. Una vez llevado a la temperatura adecuada, disfruté de este queso para picar en un aperitivo con unas galletas saladas, o se puede agregar a ensaladas y salsas. Es una magnifica adición a cualquier tabla de quesos acompañado con un chutney de mango dulce. Pruebe un Gewürztraminer seco, que tiene suficiente acidez para compensar la dulce riqueza del queso. Las notas frutales y florales del vino realzan los delicados sabores del queso cuando es joven, pero también los complementan cuando está más maduro.