Jaspe

Quesos Lavega es una empresa familiar, cuyo nombre procede de la comarca del mismo nombre, concretamente en Moslares de la Vega, una población que se encuentra ubicada en la fértil vega saldañesa, al noroeste de la provincia de Palencia, donde se juntan la Tierra de Campos y la Montaña Palentina.
La fábrica, con una larga tradición quesera en la zona, fue comprada hace unos años por la familia Cuesta, que le dio un rumbo nuevo, desarrollando nuevos productos a partir de la leche de vaca y oveja de la zona.
En la actualidad cuentan con dos instalaciones queseras diferenciadas: Lavega Tradición para quesos de pasta prensada de vaca y oveja y Lavega ECO, de reciente creación, donde se elaboran dos quesos de pasta blanda con leche termizada de producción ecológica, uno es el Lamerón, un queso de corteza lavada, y el otro es este Jaspe, de corteza blanca enmohecida, que nos recuerda al famoso Camembert francés.
El Jaspe es un queso madurado graso elaborado con leche ecológica y termizada de vaca, de pasta blanda y corteza enmohecida.
Tiene un corte caracterizado por su corteza de Penicillium camemberti y una pasta de color marfil. Muy cremoso con una corteza comestible bien integrada, sin estridencias, tiene aromas a frutos secos donde la almendra o la avellana frescas y la nuez pueden definir bien las sensaciones de una pasta que se entremezcla con la presencia de hongos y aromas a cueva de la superficie del queso.
Cremoso y fundente al paladar, granulosidad muy fina y algo adhesivo en boca. Sabor suave pero intenso, predominando los aromas lácteos (nata, mantequilla), herbáceos (heno) y afrutados (cítricos). Regusto muy agradable, con recuerdos a frutos secos crudos y notas persistentes de mantequilla.
El Jaspe se comercializa en formato rectangular, con un peso de unos 300g. aprox.
Es muy importante servir siempre todos los quesos a temperatura ambiente y en este concretamente es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices.
Como todos los quesos de este tipo, es perfecto acompañado de frutos secos (almendras, nueces) y frutas frescas, como fresas, también combina de forma maravillosa calentado sobre una crujiente rebanada de pan o con miel, derretido sobre ensaladas, en sopas o para espesar las salsas. Queso para disfrutar con un buen vino blanco afrutado de intensidad aromática media para no enmascarar el sabor del queso.