Il Magnifico
La empresa Petrucci, garantía de alta calidad y autenticidad en el sector lácteo desde hace más de 50 años, se complace en presentarse al público con la reapertura del la Histórica Lechería de Amatrice, renovada y competitiva gracias al cuidado puesto en la renovación de una fábrica tan valiosa e importante en el sugerente paisaje amatriciano.
El Caseificio Storico di Amatrice está situada dentro del Parque nacional del Gran Sasso y Montes de la Laga, en una zona rodeada de naturaleza, entre un bosque y las sombreadas orillas del río Tronto, y dominada por un espolón rocoso desde el que se ven las casas de Amatrice.
De orígenes muy antiguos y habitada desde la época de la antigua Roma, Amatrice ha sido protagonista de la historia de estos lugares a lo largo de los siglos. Sus reconocidas trayectorias culinarias han traído, primero a Roma y luego a todo el mundo, su riqueza de tradiciones gastronómicas rústicas pero exquisitas. La pasta a la «gricia» y los conocidos «espaguetis a la amatriciana» son ahora sus cimientos.
La naturalidad y el encanto evocador de estos lugares perviven en los sabores y aromas de los platos tradicionales de Amatrice, deliciosos y magníficos gracias a la bondad de sus ingredientes.
La recuperación de la lechería histórica de Amatrice se inscribe en el proyecto de desarrollo de una alimentación genuina, hoy más que nunca deseable en un sector amenazado por la especulación perjudicial para la salud.
El Magnifico es un queso elaborado con leche entera pasteurizada de oveja, procesada dentro de las 24 horas posteriores al ordeño.
El Magnifico es la «perla» de la gama de producción del Caseificio Storico di Amatrice, único por su particular forma octogonal, por su grandeza pero sobre todo por su sabor y valores nutricionales. Un pecorino curado de alta calidad, elaborado exclusivamente a partir de una cuidadosa y esmerada selección de leche, procedente únicamente de pastos de las sierras del Parque Nacional del Gran Sasso, lo que lo convierte en una materia prima de gran calidad. Derivado de la transformación de la leche ordeñada diariamente por los ganaderos de la zona, siguiendo aún todos los procesos productivos de antaño, a fin de realzar y mantener todas las propiedades proteínicas y nutritivas de este queso. Elaborado siguiendo una receta antigua, transmitida por pastores amatricios, evocando así un sabor genuino y auténtico, en el que se pueden encontrar las notas de las hierbas de montaña y la huella de la experiencia del quesero.
El aire puro e incontaminado junto con las temperaturas de la montaña son herramientas excepcionales para afrontar el proceso de maduración que finaliza, una vez madurado, en cuevas naturales de toba que datan del siglo I a.C., donde el microclima típico, la humedad y la poca iluminación confieren al producto un sabor único, dando como resultado ese sabor intenso y envolvente pero no demasiado picante.
Queso elaborado con lados octogonales, en cada uno de ellos tiene una letra de la palabra «Amatrice» en bajorrelieve, exteriormente tiene una corteza de color marrón claro dada tanto por la maduración que se realiza sobre tablas de madera, según la tradición, como por la tratamiento de la superficie con aceite de semillas de girasol y vinagre de vino blanco. Tenga en cuenta que esta corteza no es comestible.
En el interior, se presenta una pasta medianamente quebradiza, de color amarillo pajizo, con ligera formación de ojos.
Este queso se presenta dentro de un estuche de madera, con la misma forma octogonal que el producto, para resaltar el valor de este queso de sabor inconfundible.
Un queso sumamente versátil, se puede disfrutar solo o acompañado de mermeladas de cítricos o de una buena miel de castañas para realzar su sabor.
La quesería recomienda maridarlo con vino tinto Augustale de la bodega Crifo.