Il Canet
El Canet proviene del Norte de Italia concretamente de la región de Alta Langa piamontesa, una región conocida por sus ondulados campos verdes, suaves colinas cubiertas de viñedos hasta donde alcanza la vista, intercaladas con pequeños pueblos y hermosos castillos medievales, donde la viticultura ha sido el centro de la vida económica y social durante siglos, y donde estos pequeños quesos artesanos blandos, son muy tradicionales.
Este es el sitio que la Unesco ha incluido en el Patrimonio de la Humanidad, un territorio cuyos componentes «presentan características naturales, antrópicas y perceptivas específicas, que en su esencia y en sus relaciones mutuas contribuyen a representar los diferentes aspectos de la milenaria «cultura del vino», en la cual el paisaje se ha formado a través de una relación continua entre el hombre y la naturaleza» El Canet es una creación del Caseificio dell’Alta Langa. Esta lechería italiana del norte, produce muchos productos lácteos, principalmente quesos sobre la base de recetas tradicionales de su región, en el Piamonte, pero los produce en una moderna planta. La mayor parte de sus quesos son pequeños quesos de corteza enmohecida, a menudo hechos con mezclas de leche y madurados durante un par de semanas. La elaboración de queso a partir de leche mixta es una práctica común en Italia, donde los pequeños agricultores agrupan la leche de todo su ganado, por lo general vacas, cabras y ovejas. Esto les permite hacer queso durante todo el año, sin necesidad de parar la producción cuando los animales descansan antes del nacimiento de sus terneros, cabritos o corderos. El Canet es un queso elaborado con la mezcla de leche pasteurizada de vaca, y de cabra. Con un sabor ligeramente picante y cremoso, adquiere la coloración rojiza gracias al lavado de la corteza durante el envejecimiento con salmuera a la que se le añade achiote, un tinte vegetal natural de origen vegetal, utilizado durante siglos para proteger y colorear la superficie de los quesos. La corteza es comestible y crujiente, con ninguna de las amarguras que pueden tener quesos similares. Este queso cuando está perfectamente maduro presenta una pasta increíblemente suave que se derrite en la boca y que básicamente rezuma cuando se lleva a temperatura ambiente, de tal forma que resulta muy difícil el corte limpio. Esa suavidad, combinada con su cautivadora corteza de color mandarina, hace que el pequeño queso sea sin lugar a dudas visualmente atractivo. En boca los sabores son lácticos y mantecosos, un poco ácidos, con notas ligeramente picantes y carnosas y una leve acritud, la salazón es la correcta. El queso se comercializa en forma de tronco cilíndrico de unos 13 cm de largo, 3 cm de altura y un peso aproximado de 80 g. Si todos los quesos es importante consumirlos a temperatura ambiente, en este es imprescindible, si quiere saborear toda su fragancia de matices. El Canet deleitara las tablas de quesos con su original color. Se puede saborear sobre una rebanada de pan de payes acompañado de frutas frescas (manzanas o peras) o frutos secos, (nueces o avellanas). Combina bien con una cerveza con mezcla de malta de cebada y trigo o un vino blanco con cuerpo.