Hornkuhkäse
Queso elaborado por Urnäscher Käse una quesería situada en el pequeño pueblo de Urnäsch, a los pies del monte Säntis (2.501m), una comuna suiza del cantón de Appenzell Rodas Exteriores. Allí producen y venden en su moderna quesería, especialidades típicas de leche y queso de Appenzell, elaboradas 100 % con leche local.
En la quesería, tanto ellos como sus proveedores de leche dan gran importancia a la tradición. Viven y mantienen sus costumbres y están orgullosos de poder procesar prácticamente el 100% de la leche de vacas con cuernos.
En Appenzeller, las vacas no solo tienen nombres, sino también se les permite mantener sus cuernos naturales. A diferencia del 98% de sus homólogas europeas. Sí, el queso alpino tiene un gran sabor y tradiciones centenarias, pero el bienestar animal también es importante para lograr buenos quesos. Las vacas libremente vagabundas, todavía tienen sus cuernos, son, creemos, vacas más felices. Y las vacas más felices producen leche mejor y más sabrosa.
Este sedoso queso suizo con crema añadida posee los sabores de un verdadero alpino: huele a cebollas muy tostadas, caldo de carne y tostadas con mantequilla. Presenta una corteza cepillada de color marrón rojizo que protege en su interior una pasta fina de color marfil. La textura es aterciopelada y se funde agradablemente en la boca. Elaborado a partir de leche termizada de vacas de razas Braunvieh o Parda Suiza que aún tienen cuernos (de ahí el nombre); Hornkuhkäse significa en español (queso de vaca con cuernos).
El queso se comercializa en forma de rueda plana con un diámetro 32 cm, una altura de 8-9 cm y un peso aproximado de 6,8 kg.
El Hornkuhkäse obtuvo la medalla de plata en los World Cheese Awards 2021 y fue subcampeón en 2016.
Como siempre, aconsejo atemperar este queso sacándolo del frío un tiempo antes de consumirlo, para poder gozar de toda su gama de aromas y sabores. El Hornkuhkäse es un queso ideal para una ensalada de queso o simplemente con un buen trozo de pan. Para una tabla de quesos, acompáñela con pepinillos picantes, galletas saladas y pistachos tostados. Se recomiendan vinos blancos tipo Rieslin, ligeramente dulces con un apunte picante y mineral y equilibrada acidez.