Héritage 1947
Este queso lo elabora y comercializa la Fromagerie P. Jacquin e hijos que fue creada en 1947 y está situada en La Vernelle una población francesa, en el departamento de Indre, de la región Centro, una zona que se encuentra entre la Touraine, Berry y Sologne, departamentos de Francia en el valle del Loira. Esta región de cuentos de hadas es conocida por sus majestuosos castillos, vida silvestre, pesca, viñedos ricos en Sauvignon y Chenin Blanc y, por supuesto, deliciosos quesos de leche de cabra.
Durante más de 70 años y cuatro generaciones la familia Jacquin se ha especializado en la elaboración y maduración de quesos tradicionales de cabra de la región.
La Fromagerie Jacquin está actualmente dirigida por dos generaciones de Jacquin: Pascal y su hermano Christian en producción, y el hijo de Pascal Romain en ventas. Su motivación es producir un queso de cabra de alta calidad basado en el conocimiento que se ha transmitido de generación en generación en la región durante siglos. Su experiencia está en el moldeo manual y la maduración tradicional.
La gama total de la Fromagerie Jacquin abarca alrededor de 30 productos, disponibles en varias presentaciones o grados de maduración, lo que permite satisfacer tanto a los gourmets particulares, como a los profesionales especializados.
El Héritage 1947 es un queso elaborado con leche cruda de cabra, de pasta blanda y corteza natural enmohecida cubierta con ceniza.
Tiene la forma de un cilindro plano con bordes redondeados. Pesa 120 gramos.
Su corteza de color azulado por la ceniza, se cubre con un fino plumón blanco de moho.
Su pasta, de color marfil, lisa y densa. Es brillante y ligeramente cremosa bajo la corteza.
En nariz, el Heritage 1947 ofrece un aroma de paja y champiñones.
En boca, es un queso untuoso y fundente, con el dulce sabor de la leche fresca perfectamente equilibrado con los sabores de la trufa de verano.
Es importante comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores. Combina bien con frutos secos o nueces, acompañado de un crujiente pan de payes, funde muy bien, por lo que también, es ideal en ensaladas y sopas. Para servir con un vino blanco o tinto, ligero y perfumado.