Gris du Périgord
En el suroeste de Francia se encuentra el Périgord, una provincia histórica conocida por su rico patrimonio cultural y natural, su cocina y su clima templado. Aquí, rodeado de naturaleza virgen y no lejos de famosos viñedos como Bérgerac y Montbazillac, se elabora el Gris du Périgord en la quesería Saint-Antoine de Breuilh. ¿Qué tiene de especial esta preparación de queso blando elaborado con leche de vaca francesa? su corteza de ceniza gris hecha de biocarbón y su sabor cremoso y suave con sus característicos aromas a madera y nuez.
Los maestros queseros locales procesan la leche francesa para esta especialidad moldeando la cuajada de queso cremoso en la típica forma redonda y luego dejándola madurar en la bodega de maduración durante varias semanas. Durante este tiempo, el Gris du Périgord se cepilla y gira varias veces a mano con biocarbón. Este proceso le da su característica corteza de ceniza comestible. El Gris du Périgord se caracteriza por su textura cremosa que se deshace en la boca y sus sutiles notas herbales y finos aromas de avellana.
¿Ha oído hablar alguna vez del biocarbón? El biocarbón es un producto rico en carbono, que resulta del calentamiento de biomasa (derivada de plantas o de animales, pero más comúnmente de madera) en un ambiente restringido de oxígeno.
¿Porque en ocasiones se usa ceniza en los quesos? El origen de esta técnica es antiguo. Tiene dos finalidades principales: proteger el queso de los insectos y otros hongos en el aire al proporcionar una barrera natural, y alcalinizar los quesos ácidos, a menudo los quesos de cabra jóvenes, al facilitar un pH favorable para la formación de una corteza saludable.
Esta técnica de usar la ceniza todavía se utiliza para hacer el famoso Sainte-Maure de Touraine, Selles sur Cher, Aisy Cendré… o incluso el Morbier; un caso especial.
Antiguamente, la ceniza se obtenía a partir de sarmientos de vid. ¡El vino nunca está demasiado lejos cuando se habla de quesos! Hoy en día, los carbones utilizados para la fabricación de los quesos ya no proceden de los sarmientos de vid sino que siguen siendo de origen vegetal.
El Périgord es una región rica atravesada por el río Dordoña, la naturaleza es generosa y el paisaje verde con numerosos sotobosques y avellanos. El Gris du Périgord nació del deseo de hacer un queso a la imagen de esta región: su bonita corteza teñida de gris, recuerda las orillas del Dordoña, su sabor muy vegetal (notas de avellanas frescas) nos transporta al matorral del Périgord y su textura suave y untuosa se hace eco de la generosidad de esta tierra.
El Gris du Périgord es un queso fácil de comer, del que puede disfrutar toda la familia. Seduce en primer lugar por su apariencia con su hermosa corteza gris que contrasta con su generosa pasta de color crema. Luego, te derrite de placer gracias a su textura untuosa y su sabor fresco muy vegetal que te hará viajar por el Périgord.
Recomendamos encarecidamente consumirlo con la corteza, porque esta completa la degustación al reforzar la intensidad de las notas vegetales y la complejidad del sabor del queso.
El Gris du Périgord antes de pasarlo a la boca, si lo acercamos a la nariz, nos seduce un olor dulzón, bastante fresco, a sotobosque, a avellanas frescas.
Es un queso que puede comerse solo o en una deliciosa ensalada del Périgord, por ejemplo, o incluso caliente sobre una tostada o en cocina podría sustituir al Reblochon estándar para la elaboración de una tartiflette. Lo maridaremos con un vino blanco de la zona de Bergerac.