Gera
Este queso es la última creación de Pere Pujol propietario de Productes Làctics Molí de Ger. El Molí de Ger es un núcleo agregado dentro del municipio de Ger, a una altitud de 1.135 metros, situado a la solana de la Cerdaña a unos 200 metros de la ribera del río Segre.
El Molí de Ger es una casa de payes que como el topónimo indica se desarrolló históricamente la actividad de moler harina con molas de piedra aprovechando la fuerza hidráulica de una derivación del río Segre, a principios del siglo XX la introducción de las redes eléctricas, con el abaratamiento de la energía convencional, hizo desaparecer la mayor parte de los molinos. Esta actividad siempre se combinó con la agricultura y la ganadería y es esta última la que ha pervivido hasta nuestros días generación detrás generación. Actualmente la empresa familiar Molí de Ger se centra en el sector de producción de leche vacuna de la raza frisona. El hecho de ser productores lecheros les han hecho apostar por convertirse en transformadores de leche directamente de la propia explotación pudiendo controlar así de primera mano la calidad de la leche cruda, en un entorno y un clima óptimos para el desarrollo de la actividad quesera. Este entorno formado por suelos húmedos y un paisaje bastante extenso de alisedas y prados naturales de siega y el clima de la zona fuertemente condicionado por la peculiaridad geográfica de la Cerdanya, generan unos prados naturales de pastos junto al Segre que dan una particularidad y un sabor diferenciado a sus productos, productos que en ningún momento pasan por algún proceso industrial. La fase de transformación de la leche se hace de manera absolutamente artesanal y los únicos ingredientes que utilizamos son leche cruda, sal y fermentos, por lo que el queso final no incluye ningún tipo de aditivo, ni conservante, ni colorante. Pere Pujol es un licenciado en filología catalana que representa los valores de los nuevos artesanos del Pirineo: jóvenes con formación académica, activos en las redes sociales, conocedores de las últimas tendencias gastronómicas, que vuelven al Pirineo con ideas renovadas después de haber estudiado fuera o que deciden vivir en montaña aunque no hayan nacido. Una apuesta que, sin duda, garantiza una buena salud para los queseros artesanos pirenaicos. El Gera es un queso artesanal de leche cruda de vacas de la propia explotación, es un queso del tipo Raclette con un mínimo 4 meses que pueden llegar a 6 meses de maduración, presentado en ruedas de 8 kg cada pieza. De corteza lavada con salmuera, responsable de la coloración naranja y ligeramente pegajosa. La pasta es de color amarillo claro, con ojos pequeños; esponjosa y firme, prensado sin cocer, de textura flexible, pero funde bien, con un ligero olor a moho cuando está caliente y sabor lechoso. La textura del Gera es muy suave y cremosa; se funde en la boca casi sin necesidad de calentarlo. Su aroma evoca intensamente a establo, fruta y vino. El sabor también es intenso, con una mezcla de gustos a granja y hierba y un punto de dulzor al final. El nombre del queso hace referencia al pueblo de Ger donde está la quesería, pero en su forma femenina GerA. Este queso será de temporada y sólo lo harán durante los meses de invierno (Octubre a Marzo), sobre todo pensando en su forma de consumo, pensada para tomar caliente. Por su facilidad de preparación, la ‘raclette’ resulta muy cómoda para recibir invitados de manera informal los días más fríos. Raclette significa «rasqueta» y hacen referencia a un grupo de quesos que se funden para preparar un plato tradicional suizo conocido con el mismo nombre. El queso se corta y se calienta en un asador para que funda y pueda ser rascado con un cuchillo. Suele acompañarse de patatas hervidas con piel, encurtidos y otros ingredientes variados. Lo acompañaremos de un vino blanco fresco de notas frutales, de uvas Chardonnay.