Fromage de Troyes
El Fromage de Troyes, es, como ya habrán adivinado, un queso fresco, elaborado por la Fromagerie Pouillot en Troyes, un municipio francés situado en el departamento de Aube, en la región de Gran Este.
Este queso pertenece a la familia de las cuajadas lácticas. Se elabora con leche de vaca enriquecida con nata, lo que le confiere su suavidad y frescura.
La leche utilizada está pasteurizada, por lo que puede ser adecuado para las mujeres embarazadas que buscan quesos pasteurizados.
Al tratarse de un queso muy fresco, la cuajada se vierte en los moldes cuidadosamente a mano con cucharón, gracias a un gesto delicado y controlado por la mano del hombre para no romper la cuajada en trozos pequeños, eso hace posible un drenaje lento y un mejor desarrollo del sabor.
Este queso no tiene corteza. Otra característica de este producto es su sabor fresco y su textura untuosa.
Hay dos versiones disponibles: Natural o con Ajo y finas hierbas. Es de color blanco por fuera cuando se presenta en su versión natural o cubierto con hierbas y ajo cuando está aromatizado.
Las hierbas le dan un sabor muy diferente al natural.
Su cuerpo blanco es ligeramente espumoso y húmedo. Su textura es húmeda y delicada. En boca ofrece sabores frescos y lácticos. Es un queso muy suave.
Al igual que el mismo producto en su versión natural, Fromage de Troyes con hierbas tiene un sabor fresco y una textura suave, pero se le añade un pronunciado sabor herbáceo.
Debido a su gran frescura, es bueno precisar que se trata de un queso bastante frágil y que se aconseja consumirlo rápidamente.
Este queso va muy bien con cebollino, eventualmente sobre una tostada o con pan donde prácticamente nos pide un chorrito de miel, o mermelada, incluso con la versión de hierbas.
Con el queso de Troyes, prefiera un vino blanco muy seco y por qué no un Champagne Brut Nature Pinot Noir, un Anjou Blanc pero a veces maravilla… con una cuvée Utopie de Champagne Eric Therrey donde la complejidad, la armonía, la fragancia y la tensión de este vino le sublimarán. Y para el vino tinto, dé un paseo por el lado de Cheverny o Coteaux d’Ancenis del Domaine Landron-Chartier.