Friesisch Blue
Este queso lo elabora Backensholz Hof una quesería familiar ubicada en Oster-Ohrstedt, un municipio situado en el distrito de Frisia Septentrional, en el estado federado de Schleswig-Holstein.
El nombre «Backensholz» proviene del danés y significa «detrás del bosque». Se trata de una empresa familiar que ha ido pasando el testimonio de un miembro a otro durante generaciones, que no hace mucho estaba dirigida por Martina y Ernst Metzger-Petersen, actualmente sus hijos Jasper y Thilo han tomado las riendas del negocio.
Desde 1991 son pioneros de los quesos de granja elaborados con leche cruda y ecológica, en todo el norte, donde Alemania se encuentra con Dinamarca hablando “Plattdeutsch”, idioma bajo alemán.
¿Por qué el Friesisch Blue es un hijo del norte? Porque combina la tradición anglo-danesa de los quesos azules de leche de vaca con la aromática corteza lavada del Tilsiter, siendo este último el queso estrella del Báltico. Porque el Friesisch Blue está hecho de la leche cruda de las vacas Holstein blancas y negras de la familia Metzger-Petersen, una granja a medio camino entre Husum y Schleswig, donde el Báltico y el Mar del Norte casi se unen y forman pastos verdes y exuberantes. Porque capta exactamente esto y la brisa del mar.
Además de la granja con 450 vacas lecheras y cultivos para la producción de piensos y la quesería, también hay una tienda en la granja, un restaurante «Hofküche» y un jardín de infancia agrícola y forestal con capacidad para 18 niños de entre tres y seis años.
El Friesisch Blue es un queso azul elaborado con leche cruda de vaca 100% ecológica, hecho tradicionalmente a mano. Es un queso semiduro, tras un prensado en formas, el queso se inyecta con cultivo azul Penicillium roqueforti y se unta con cultivo rojo en la corteza, típico de los quesos de la región. A continuación, el queso se deja madurar entre 10 y 12 semanas antes de comercializarlo. Durante su maduración desarrolla una pasta de color amarillo claro. La corteza natural es apta para el consumo.
El queso se encuentra en algún lugar entre un Gorgonzola y un Roquefort, con un sabor a queso azul notablemente bien equilibrado combinado con una maravillosa cremosidad dulce.
Un queso increíble que se disfruta mejor a temperatura ambiente, combina bien con panes de centeno al estilo danés, con brochetas, ensalada, pasta, frutas frescas y mermeladas. También es ideal para gratinar o incorporar a una salsa.
Lo maridaremos con un buen vino tinto.