Fort d’Ambleteuse
El Fort d’Ambleteuse es un queso de leche pasteurizada de vaca, pasta blanda y corteza lavada, producido en la costa de ópalo por los hermanos Bernard, de la Fromagerie Sainte Godeleine en su granja Ferme du Vert, situada en Wierre-Effroy una población francesa, en el departamento de Paso de Calais en la región de Altos de Francia.
Antoine Bernard, fue quien comenzó la aventura en solitario en la década de 1990, cinco años más tarde se sumó su hermano Joachim. Hoy en día producen seis quesos cuyos nombres evocan la fragante Costa de Ópalo (es la costa francesa de Calais a Boulogne-sur-Mer. La costa es conocida por sus bellos acantilados). Y el Fort d’Ambleteuse (fuerte Ambleteuse) no podía ser menos, su nombre hace referencia al último fuerte en el mar desde Cherburgo hasta la frontera belga. El fuerte de Ambleteuse, también llamado fuerte de Vauban o Fuerte Mahon, es un fuerte ubicado en la costa cerca de la ciudad de Ambleteuse en Pas-de-Calais en Francia a la entrada del estuario del río Slack. Fue construido por Vauban por orden de Luis XIV para defender un puerto de guerra. Catalogado como monumento histórico el 19 de octubre de 1965. Se denomina Tour d’Ambleteuse o Fort d’Ambleteuse en todos los documentos oficiales hasta el catastro napoleónico de 1803. El nombre de Fort Mahon, debido ciertamente a un error administrativo de transcripción, no aparece hasta 1840.
Si hablamos del queso Fort d’Ambleteuse, se hace a partir de leche recogida en las granjas del Boloñesado, región rica en praderas y bosques.
Tiene la forma original de una cúpula que pesa 400 gramos.
Su corteza de color amarillo-anaranjada, color que adquiere en parte gracias al achiote (colorante natural). Durante su maduración en una bodega fresca y húmeda, se lava con sidra de Brunembert, un pequeño pueblo situado a los pies de las estribaciones del Boloñesado, en el Parque Natural Regional de Caps et Marais d’Opale, a 17 kilómetros al sureste de Wierre-Effroy.
Su pasta de color crema es flexible, ligeramente elástica y brillante. Tiene pequeñas aberturas de tamaños variables.
El aroma del Fort d’Ambleteuse no pasa desapercibido, tiene un olor bastante marcado.
En boca ofrece un sabor sutil similar al del Munster, con un perfecto equilibrio entre los sabores del zumo de manzana fermentado, aportado por la sidra, y los de la leche aromatizada con las hierbas con las que se alimentan las vacas, en prados situados entre la tierra y el mar
comer este queso a temperatura ambiente para degustar mejor su riqueza de sabores, una vez conseguida, puede servirse solo pero también se puede acompañar con granos de comino y una crujiente rebanada de pan integral, o con frutas frescas como manzanas, peras o uvas y por supuesto dará color a su tabla de quesos. Para degustar con sidra, pero también un vino blanco semiseco o seco.
Foto: Le Guide du Fromage