Formai dal cit
El Formai dal cit esconde una bonita historia de renacimiento. En el año 2005 había una sola persona que se obstinó en seguir produciendo este Formai friulano ¡gente terca y decidida!
Con la ayuda de fondos europeos, un proyecto local y algunas ferias como la de Verona dónde ha sido premiado, el producto ha sido capaz de recuperarse de nuevo y encontrarse en todos los rincones de la región y ahora llegar hasta Roma. En todo caso la iniciativa ha partido de la quesería Tre Valli di Usago ubicada en la población de Travesio. La quesería también produce mantequilla, requesón, quesos blandos y dos quesos particulares de la zona, el Queso Salado y obviamente el Formai dal cit.
Preparación de antiquísima tradición, desafortunadamente difícil de encontrar, fuera de Italia, nació, como el Formadi Frant, de la necesidad de recuperar quesos de tipo lechería que, por defectos de elaboración, no podían ser madurados. El nombre se debe al cit, los barreños de piedra en las que era conservado, (actualmente se usan mayoritariamente contenedores de cristal o plástico). Y originarios del Valle Tramontina en la provincia de Pordenone.
Las formas de la lechería maduradas al menos de seis a siete meses, sufren dos moliendas, una grande y otra más suave, con una picadora. Se amasa todo con un poco de leche (a veces con nata) hasta conseguir una crema densa. Se puede añadir sal, pimienta y otras especias locales. De sabor picante, está listo para el consumo.
En realidad este queso es producto de aprovechamiento, está hecho para recuperar quesos defectuosos, pero se ha logrado un alimento con personalidad propia.
El todo el mundo hay otros muchos quesos que se elaboran de forma parecida, en la propia Italia, en el Piamonte el Brüs, en Francia concretamente en Córcega el Pot Corse, en España hay varios, en Cataluña el Tupí en el País Vasco el Gaztazarra, en Asturias el Queso de Fuente y el Queso de Bota, todos estos quesos están relacionados con la necesidad de aprovechar las sobras de queso.
Para comerlo se aconseja desmigajarlo sobre pasta caliente o cebada, mezclar y descubrir la bondad de la salsa cremosa resultante. Después de todo nace de queso desmigajado, cubierto con leche, nata y especias y estos aromas y sabores permanecen en el alma del queso. Acompañar de un vino blanco fresco y afrutado del Friuli.